La entidad es optimista con las perspectivas de los canteranos
07 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Sobre el papel, Brais Méndez es futbolista del filial del Celta. En la práctica, es uno más de los hombres de Juan Carlos Unzué. Una realidad que reconoce el director deportivo del club, Felipe Miñambres. «Aunque no tenga licencia, Brais ahora mismo es una cuestión formal, más que la realidad», comentó el maragato en su comparecencia de ayer. «La realidad es que es jugador del primer equipo. Es algo que se tiene que definir para la próxima temporada», comentó el responsable de la parcela deportiva.
El último partido que el centrocampista disputó con el filial fue el 12 de noviembre. Con el equipo de Rubén Albés ha jugado 594 minutos en siete contiendas, mientras que a las órdenes de Unzué, con el que entrena a diario, ha disputado ocho partidos de Liga (263 minutos) y cuatro de Copa (218). El jugador ha adelantado en los cambios a Emre Mor.
La presencia de jugadores formados en la cantera ha perdido mucho peso en el Celta B, una realidad que no niega el director deportivo del club, encargado de fichar también para el filial, y que confía en que cambie en las siguientes generaciones. «A veces las camadas, o la gente que viene, te marca los que pueden llegar y también los objetivos. Si uno busca objetivos, lo plantea de una determinada forma», justifica Miñambres respecto a los fichajes del equipo de Segunda B.
Respecto a la base, apuntó ayer que «quizás del último juvenil, que tuvo una buena trayectoria, no se quedaron tantos como en un principio pensábamos. Del cadete hacia arriba parece que vienen buenas generaciones y esperamos que podamos tener más jugadores de la base. Es cierto que nosotros lo que pretendemos es que lleguen al primer equipo cuantos más canteranos mejor». Querrían más ahora.