Saber sufrir para luego apuntillar

M. V. F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Juan Herrero | efe

El Celta sobrevive a momentos de asedio de la Real para aprovechar su pegada y sumar los tres puntos

22 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Al Celta le salió cara en su duelo contra la Real Sociedad. En un combate entre dos equipos con ideas de juego muy similares, algo en lo que había insistido ambos técnicos en la previa, la balanza se decantó del lado celeste gracias a la efectividad del equipo de Unzué, que supo sobrevivir a momentos complicados de asedio y rentabilizar al máximo sus oportunidades. Las tornas han cambiado para un Celta que se había acostumbrado a obtener menos premio del merecido y a desperdiciar sus ventajas. Han sumado diez de los últimos doce puntos.

Once

Roncaglia se consolida en el equipo titular. El paso adelante de Facundo Roncaglia es ya una realidad evidente. Por el hecho de que Unzué haya decidido darle su segunda titularidad consecutiva en liga -no jugaba de inicio desde la segunda jornada del campeonato, entre lesiones y decisiones técnicas- y por el rendimiento que viene ofreciendo un jugador que va asimilando cada vez mejor lo que le pide el técnico. Por lo demás, el once era el esperado, formando pareja de centrales con Sergi Gómez y con Jozabed de regreso en el centro del campo, aunque acabó siendo el primer sustituido para dar entrada a Radoja.

Efectividad

Exhibición de pegada. La clave del partido de Anoeta estuvo, sin duda, en la capacidad del Celta para aprovechar las oportunidades que tuvo. No falló Aspas desde los once metros, lo que le servía para resarcirse del erro que sí cometió en la pena máxima a favor frente al Real Madrid, y de nuevo Maxi demostró que su trabajo puede pasar desapercibido durante gran parte de un encuentro, pero que tiene la capacidad de aparecer en los momentos claves para decantar la balanza con goles decisivos. El cabezazo de ayer, aprovechando una jugada de estrategia de Wass, es el mejor ejemplo.

Táctica

Desajustes y desequilibrios en los dos equipos. Lo desajustes fueron la tónica predominante, sobre todo en la primera parte. La Real lo insistía una y otra vez por la banda derecha de su ataque, donde mayor debilidad mostraba el Celta, y al equipo vigués le sucedía exactamente igual al revés. Los dos equipos encontraban siempre huecos para aproximarse a la portería rival por un mismo lado. El Celta, sin alardes defensivos, supo sobrevivir en su campo, sufrir y defender junto para sumar los tres puntos en su primera remontada del curso.

Cambios

Radoja y Brais mejoraron al equipo. Unzué supo encontrar con los cambios lo que el equipo necesitaba y tanto Radoja como Brais sumaron y aportaron equilibrio en la recta final. Cabral entró ya casi sin tiempo.