LaLiga revisa el caso Lerma-Aspas

La Voz VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

La patronal recaba información de un incidente que parece carecer de soporte videográfico, lo que puede llevar a su archivo. El silencio del Levante, que no denunció por ahora, apunta en ese sentido

16 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay prueba documental de la acusación de Jefferson Lerma contra Iago Aspas, pero la Liga de Fútbol Profesional confirmó que recaba información del Levante-Celta para intentar certificar si el moañés le llamó «negro de mierda» al colombiano como denunció después del partido. Al mismo tiempo, el mediocentro del Levante indicó en Colombia que la AFE había contactado con él por el suceso y desde el sindicato de futbolistas se limitaron a indicar que no van a valorar los hechos y que su máxima es inculcarles a sus asociados el respeto dentro y fuera del campo como algo fundamental para un futbolista. Mientras, Iago Aspas entrenó en A Madroa y se marchó en silencio después de la sesión de trabajo.

Sin imágenes que sustenten las acusaciones de racismo, el asunto parece tener poco recorrido. Es la palabra de un jugador contra otro, ya que las imágenes que han trascendido no recogen el insulto denunciado. El programa El Día Después, tras hacer el seguimiento al partido e interpretar las palabras de los protagonistas, mostró cómo en un momento del encuentro Lerma se dirigía al colegiado para, supuestamente, quejarse de lo que el delantero del Celta le habría dicho: «Negro de mierda, amonéstalo por racista». Una petición que el árbitro no atendió. Más tarde, en el minuto 65, los dos futbolistas tuvieron un nuevo encontronazo. Lerma le dice algo a Aspas que no se ve en cámara y el moañés, según la lectura de labios que hace el programa, le respondería diciendo «muerto de hambre».

De entrada, para activar el conflicto Lerma-Aspas ante los órganos disciplinarios solo existen dos caminos y ninguno de ellos con visos de ejecutarse. El primero sería la denuncia del Levante, que no se ha producido. Lo único que hizo hasta la fecha el cuadro granota es una nota apoyando las declaraciones de su jugador tras el partido y la visita de su presidente, Quico Catalán, al árbitro para pedirle que hiciese constar el insulto en el acta, a lo que Álvarez Izquierdo se negó al no tener constancia del mismo. Ayer trascendió que están recabando datos y pidiendo asesoramiento para tomar una determinación definitiva

La otra opción sería que actuase de oficio el propio Comité de Competición, algo que tampoco parece posible salvo que la LFP incluya el incidente en su informe de jornada, de ahí que la patronal decidiese recabar información antes de dar carpetazo al asunto. De ser así, el comité podría solicitar información adicional a los todas las partes, árbitro incluido, y abrir un expediente disciplinario que podría acarrear sanción deportiva y económica al moañés siempre que se demostrase la veracidad de la acusación de Lerma.

De demostrarse la acusación y en función del artículo 71 del Código Disciplinario de la RFEF referido al encubrimiento o defensa de la incitación a la violencia, racismo, xenofobia e intolerancia, el futbolista céltico podría enfrentarse a una sanción que iría desde los cuatro a los diez partidos y a una multa entre 18.000 y 90.000 euros.

Precedente Busquets-Marcelo

Multa y sanción que aun abriéndose expediente es remota a tenor del precedente del año 2011 entre Busquets y Marcelo. La Comisión de Control y Disciplina de la UEFA había abierto un expediente al centrocampista del Barcelona por presuntos insultos racistas al lateral del Madrid. Según los madrileños Busquets le había llamado «mono» y el Barça alegó que «mucho morro» era la frase pronunciada por el jugador, lo que provocó que se desestimase la reclamación «por falta de pruebas sólidas y convincentes».

«Se está haciendo daño a la imagen de Iago», dice el vestuario celeste

El vestuario del Celta cierra filas con su compañero. Salvo que una prueba videográfica demuestre lo contrario, sus compañeros no solo creen a Iago Aspas sino que consideran que se está dañando su imagen.

«Todos los jugadores del club estamos en contra de cualquier tipo de racismo, como es obvio. Creo que Iago ya dijo todo lo que tenía que decir y yo no voy a añadir nada más al tema. Este tipo de acusaciones no gustan a nadie, pero ya dijo todo lo que tenía decir, tanto él como el club, y creo que cuanto menos se hable del tema, mejor. Considero que se está haciendo daño a la imagen de Iago», comentó Rubén Blanco que ayer compareció en conferencia de prensa.

El portero de Mos en absoluto duda de su delantero: «Hasta que se demuestre lo contrario, yo me creo la palabra de mi compañero», indicando a continuación que él no vio el lance en cuestión (le cogía muy lejos) y no puede emitir un veredicto. «Entiendo a las dos partes, entiendo a Iago y entiendo al jugador del Levante. Uno dice su versión y el otro la otra. Yo no puedo decir nada más porque no sé lo que ha pasado», indica el portero, que tildó el asunto de «feo».

El club vigués ya había respaldado el mismo domingo a su jugador por medio de un escueto comunicado con frase de Aspas incluida.

«Que me diga en la cara que no me lo dijo», sostiene Lerma en Colombia

Jefferson Lerma, el centrocampista del Levante que acusó a Iago Aspas del insulto racista, se reafirmó en Colombia de sus palabras del domingo, al tiempo que añadía en su comentario el desarrollo de la jugada en cuestión y admitía que fue a por el moañés con la intención de cazarle.

Después de conocer que el céltico negaba el insulto, Lerma manifestó a Blu radio que «si él dice que yo lo insulté primero, que me diga en la cara que no me lo dijo. Uno en la vida tiene que pensar antes de actuar y no después», relatando a continuación su desarrollo de los hechos: «Hubo una jugada anterior en la que yo lo corto y cuando arranca a correr le doy en la cabeza. Él va y me reclama, le dije: ‘¿Qué pasa?’ Él me responde: ‘Negro de mierda’. Fue un gesto muy feo. Ahí perdí la cabeza totalmente y quería buscarlo, joderlo, hacerle daño», añadiendo que «los jugadores hacemos campañas sobre esos actos y somos los primeros en tirar las piedras. Qué le podemos pedir a otras personas cuando nosotros lo hacemos. Eso no puede pasar. Todas las personas, independientemente del color, merecemos respeto en todos los aspectos».

El colombiano también respondió al comunicado del Celta: «Lo que se queda en el campo se queda en el campo, pero hay cosas que no se pueden pasar por lo alto. Este es un acto de racismo».