El eslovaco firmó un excelente primer tiempo en el duelo copero ante el Barça
05 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El primer tiempo de Stanislav Lobotka confirma el inmenso jugador que viene en camino. Los primeros 45 minutos del eslovaco fueron un escándalo, un culto a un fútbol en donde la conducción y el derribar líneas con un simple movimiento está cada vez más en desuso.
Si Maxi Gómez fue la sensación del inicio de Liga, Lobotka se está convirtiendo en el gran descubrimiento del año y en una de las revelaciones del campeonato. Hasta que Valverde movió ficha, el exfutbolista del Nordsjaelland danés fue el amo del partido. Los centrales del Celta lo buscaban a él en todo momento en la salida de balón y su juego es la conducción sin límites, sin importarle el número de rivales que tenga a la redonda ni que esos opositores vistan de azulgrana y sean algunos de los peloteros más reputados del planeta.
Durante el acto inicial su juego creaba superioridad numérica en la zona del campo en donde se movía y facilitaba el lanzar balones a la espalda de los centrales del Barça. Especialmente interesante resulta su conexión con Iago Aspas, quien detectó muy pronto el jugador que Stanislav lleva dentro. Cada vez combina mejor una pareja que puede ser letal en el pasillo central del Celta.
Tan obvio era que Lobotka manejaba la brújula del partido que Valverde decidió cortar de raíz el problema y por momentos consiguió anular su juego al colocar a Busquets mucho más cerca del pivote del conjunto vigués. Sucedió durante los primeros 20 minutos de la reanudación.
Quizás también por el derroche físico y la intensidad del primer tiempo, el futbolista eslovaco bajó un punto en su rendimiento en el segundo parte aunque volvió a aparecer en la recta final. A Radoja, que puede jugar el domingo, le ha salido un duro competidor.