La actuación del colegiado le pone en el ojo del huracán en el sexto partido que dirige al Celta, la sexta derrota de los vigueses
11 dic 2017 . Actualizado a las 09:25 h.El diferente criterio en las dos áreas, el trato dispensando a los jugadores en función del color de la camiseta y la redacción del acta arbitral ponen a José Luis Munuera Montero en el ojo del hucarán una vez más, y van seis, en partidos con el Celta de por medio.
Los penaltis
Penaliza que Jonny no se tirase en la infracción ché. Para los vigueses el penalti sobre Jonny en el arranque de partido no ofrece dudas. El lateral entra en el área cuando supera al defensa que sale a su encuentro y es derribado. Quizás el gran pecado del de Matamá es que no adorna la caída, sino que intenta seguir la jugada antes de caer trastabillado. «El fútbol va de listos, pero así fastidia muchas veces. Yo no me dejé caer», comentó en la Radio Galega el lateral celeste a la conclusión del encuentro. Por contra, Nacho Gil no tuvo ningún problema en irse al suelo cuando notó la presencia del Tucu Hernández por detrás. «Para mí el de ellos no es penalti, es un forcejeo, el jugador se deja caer», precisó Jonny.
Estadística
El Valencia hace más faltas, pero las tarjetas fueron para el Celta El diferente rasero fue más allá de las áreas. La estadística indica que el Valencia cometió 15 faltas y el Celta 9 en todo el partido, pero el segundo clasificado solo vio dos amarillas y el Celta se fue con seis al vestuario, solo dos por lances del juego.
El trato
Del «campeón a Rubén» a las sonrisas a los ché Hugo Mallo desveló después del partido que Munuera Montero apenas permitía a los jugadores del equipo vigués que se dirigiesen a él, mientras llamaba «campeón» a Rubén Blanco, el portero del conjunto celeste. Por contra, intercambia sonrisas con los valencianistas.
El acta
La desconsideración de Wass y el «siempre igual» del consejero Antonio Rosendo El acta de Munuera Montero refleja que cuatro jugadores del Celta (Hugo Mallo, Iago Aspas, Hernández y Wass) fueron amonetados por «hacer observaciones de orden técnico a una de mis decisiones de forma reiterada». En el caso del danés «una vez finalizado el encuentro, dentro del túnel de vestuarios, por hacerme observaciones de forma reiterada», lo que podría acarrear algún tipo de sanción. Del mismo modo, el árbitro pidió la identificación del consejero Antonio Rosende por indicar al asistente número uno, según su versión «siempre igual, siempre igual, siempre igual».
Los errores de la temporada
Cuatro penaltis bajo sospecha
Salvo en el gol anulado a Luis Suárez en la visita a Barcelona por un fuera de juego que no era, el Celta no está teniendo suerte con los arbitrajes. Desde la primera jornada, cuando le pitaron un penalti en contra que era fuera del área, y que posibilitó la remontada y el triunfo de la Real Sociedad.
Después llegó un claro penalti sobre Iago Aspas en el partido con el Alavés en Balaídos (acabó con 1-0) en donde la «recompensa» fue una tarjeta para el de Moaña. Una cartulina que después no le perdonaron los comités y que ahora le lleva a descansar.
Con Munuera Montero en el campo, el Celta no vio recompensado como penalti una mano invasiva de Godín en el partido que el Atlético ganó 0-1 en Balaídos.