La cuarta edición de la carrera organizada por la Fundación Celta reúne a más de un millar de atletas en Balaídos
08 dic 2017 . Actualizado a las 21:52 h.La lluvia no fue impedimento para que más de un millar de corredores de todas las edades se dieran cita ayer en el estadio de Balaídos para vivir una jornada que cumplió con el guion previsto. Hubo ilusión y emoción en los mayores y, sobre todo, en los más pequeños. En lo estrictamente deportivo, victoria de los que a todas luces eran los favoritos para conseguirla: los vigueses Ester Navarrete (FC Barcelona) y Gonzalo Basconcelo (Celta).
Para la vencedora, que firmó un tiempo de 23:46, era su cuarta victoria de cuatro posibles en la carrera absoluta de 6,7 kilómetros, mientras que el céltico, con un registro de 21:40, lograba coronarse por tercera vez después de haberse quedado a las puertas en la edición inaugural, en el 2014. El podio masculino lo completaron Gustavo Caballero y Francisco Rodríguez, mientras que en el femenino Alice Finot y Lorena Pazos acompañaron a Navarrete.
El presidente del Celta, Carlos Mouriño, así como el de la Fudación, Germán Arteta, y el delegado del primer equipo, Vlado Gudelj, no quisieron perderse la cita. A ellos se unieron tras terminar el entrenamiento en A Madroa el entrenador céltico, Juan Carlos Unzué, y el central Sergi Gómez, aprovechando que no viaja a Valencia por la lesión de hombro que lo tendrá apartado un par de semanas. Todos ellos participaron en la entrega de premios que sirvió como colofón final al evento.
La música fue una constante durante toda la mañana según se iban sucediendo las pruebas de las diferentes categorías. Los chiquiceltas ?pequeños con edades comprendidas entre los dos y los seis años? abrieron el fuego a las 11.00 horas recorriendo 50 metros y a continuación fue el turno de los pequeños de siete a 14 años. Al mediodía era el momento de la carrera absoluta para atletas nacidos en el 2002 o antes. Entre ellos hubo miembros de peñas como Preferencia Celeste, Caldeirada Sideral, Comando Celta o Siareiros, entre otras muchas.
Entre los protagonistas estuvo también el Dinoseto, recreado con una figura hinchable con la que los participantes se hicieron casi tantas fotos como un Vlado Gudelj que, según contaban miembros de la organización, pasó más de media hora atendiendo a aficionados celtistas. Porque ayer, por un día al año, no era jornada de fútbol en Balaídos, sino de atletismo, pero lo que no cambió es que el municipal vigués acogió, como siempre, grandes dosis de celtismo.