El Celta, brillante por momentos, no mató el partido en su carrusel de ocasiones y terminó sufriendo (1-0) ante el Leganés
24 nov 2017 . Actualizado a las 23:51 h.El Celta hizo méritos y sobre todo oportunidades para vivir un día plácido y cargarse de confianza y sin embargo su falta de acierto a punto estuvo de reescribir una página más de los puntos perdidos en los últimos minutos. No sucedió en esta ocasión porque el Leganés, entregado durante mucho tiempo, no acertó en las dos claras que tuvo. Por encima, el Celta con más pegada de casi todos los tiempos, solo pudo anotar de penalti. Lo hizo Iago Aspas para marcar su séptima diana y convertirse en el máximo goleador español de Laliga.
Todo, en el día que por fin apareció la lluvia, que inundó la grada de Río y puso rápido el campo. El Celta, cual equipo de secano (es lo que tiene el cambio climático), salió con dudas, con el plano sin descifrar en la sala de máquinas y dejando maniobrar al Leganés, pero el mar de dudas terminó por convertirse en un caudal de oportunidades. Puede que al toque de corneta del minuto 6 cuando los gritos de ánimo a Berizzo inundaron Balaídos. Porque Iago Aspas, ya nueve a todos los efectos, comenzó con su concierto solista. Primero con un tiro cruzado, después poniendo a prueba a Cuéllar con un disparo cruzado en el que también replicó Jonny ?muy participativo?. Los dos, el moañés y el de Matamá, fueron los actores en la apertura del marcador. Morán empujó a Jonny dentro del área y los celestes cobraron el primer penalti del curso que aprovechó Iago Aspas para engañar por completo a Cuéllar.
Gumbau, con un tiro desde fuera del área que desvió Rubén con la punta de los dedos, fue el único que pudo dar réplica a un Celta superior que tapaba sus lagunas y desajustes en el centro del campo y en la banda derecha (sin extremo) con aceleración en el frente de ataque y con fútbol combinativo que siempre acababan del mismo modo, con el balón en el área de Cuéllar, que le sacó otro balón a Aspas y un cabezazo a Maxi antes del descanso.
El Leganés, aunque lastrado por las lesiones en el centro de la defensa, quiso ser más protagonista en el segundo tiempo, pero en realidad no lo consiguió hasta la recta final. Y mucho antes el Celta, de nuevo tras el aviso de la grada en el minuto seis de la reanudación recordando al Toto, coleccionó un rosario de oportunidades, alguna tan claras que fallarla parecía una grosería.
Porque por momentos, los celestes recuperaron un fútbol delicioso, con jugadas trenzadas desde campo propio que acababan en el área rival. Pione Sisto envió a las nubes la primera solo ante Cuéllar, el disparo de Hugo Mallo salió cruzado en el siguiente intento y en el tercero Maxi Gómez escogió la peor opción con dos compañeros preparados para el gol. A Aspas se le adelantó el balón al encuentro con el portero rival, y Jonny, tras una jugada de tiralíneas, no pudo rematar un taconazo de Wass.
Parecía increíble que el partido no estuviese cerrado cuando los célticos tuvieron conciencia de que entraban en la hora crítica. Superado el 80, todo se nubló. El equipo dio un paso atrás por instinto y por empuje del Leganés, y los pepineros dispusieron de dos ocasiones claras tras un aviso de Symanowski. Las dos del mismo modo, con centros diagonales que desembocaban en el segundo palo con un jugador visitante libre de marca. Por fortuna para el Celta, Guerrero falló la más clara y evitó que los finales de partido adquiriesen la categoría de síndrome.
-- Ficha técnica:
1 - Celta de Vigo: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Jonny; Lobotka, Wass, Jozabed (Radoja, min.; Iago Aspas, Pione Sisto (Emre Mor, min.76) y Maxi Gómez (Guidetti, min.69).
0 - CD Leganés: Cuéllar; Zaldúa, Ezequiel (Mauro Dos Santos, min.46) , Siovas (Tito, min.55), Raúl; Erik Morán, Gumbao; Darko (El Zhar, min.22), Guerrero, Szymanowski; Amrabat.
Goles: 1-0 Iago Aspas (p), min.27;
Árbitro: Hernández Hernández (colegio canario). Amonestó a Fontás y Jonny por parte del Celta de Vigo, y a Erik Morán, Mauro Dos Santos, Gumbao por parte del Leganés.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimotercera jornada de la Liga Santander disputado en el estadio municipal de Balaídos ante unos 1×0.000 espectadores.