El cáncer no aparta al Toto del banquillo

X. R. C. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

RAUL CARO

El entrenador del Sevilla, ex del Celta, sufre un adenocarcinoma de próstata que le fue descubierto hace quince días; pendiente de decidir el tratamiento, el club no contempla ningún cambio

23 nov 2017 . Actualizado a las 10:01 h.

Eduardo Berizzo sufre cáncer de próstata, pero el Sevilla no contempla ningún cambio en el banquillo. El conjunto hispalense conoce la situación desde hace un par de semanas y el técnico argentino le trasladó la noticia a sus jugadores a la conclusión del partido del sábado pasado ante el Celta según confirmó Pepe Castro, el presidente hispalense, a los medios del club. Por el momento no está decidido el tratamiento, aunque todo indica que el excéltico tendrá que parar en algún momento. De entrada, el entrenador mantiene su rutina de trabajo (ayer dirigió el entrenamiento de recuperación tras el empate con el Liverpool) para dotar de la mayor normalidad posible su día a día.

El Sevilla confirmó en la mañana de ayer la dolencia del entrenador de Cruz Alta con un comunicado en el que apenas ofrecía datos: «Los servicios médicos informan de que el entrenador del primer equipo, Eduardo Berizzo, ha sido diagnosticado de un adenocarcinoma de próstata. Los exámenes futuros permitirán decidir cuál son los pasos a seguir en cuanto a su tratamiento». A priori, la dolencia fue detectada a tiempo y salvo complicación inesperada su evolución debería ser la esperada con el pertinente tratamiento.

De un modo paralelo el presidente del conjunto hispalense utilizaba los medios del club para anunciar que no contemplaban otro escenario que no fuera la continuidad del Toto en el banquillo. «Él tiene que decidir cuál será el tratamiento, decidirá, y a partir de ahí tomaremos las decisiones que tenemos que tomar, pero no contemplamos otra cosa que no sea contar con él. Vamos a apoyarle y a volcarnos con él para que esté donde tiene que estar, entrenando al Sevilla FC. Él afrontará el tema con lo que le digan los médicos. No queremos que haya especulaciones, es un tema delicado. No hablaremos más de este asunto, cuando haya algo más lo haremos con un comunicado», declaró en Sevilla FC Radio.

RAUL CARO

Por el momento Eduardo Berizzo, que según fuentes del propio club hispalense se encuentra animado y con fuerzas, no quiere alterar un ápice su día a día y ayer acudió a primera hora de la mañana a la ciudad deportiva del conjunto hispalense para dirigir el entrenamiento. Como siempre (ya lo hacía en Vigo y en Rancagua) reunió a sus jugadores en el centro del campo y a tras una charla dispuso el trabajo por grupos. El Toto incluso mantuvo en su agenda dos actos más, uno de ellos en el colegio de entrenadores de Sevilla, dando continuidad a una colaboración que ya tenía en Galicia con la Escola de Adestradores. «Quiere total normalidad, está trabajando, está fuerte. Está de verdad animado», explicó Castro.

En las horas previas a anunciarse de un modo oficial la dolencia se especuló con que Eduardo Berizzo le había comentado a la plantilla en el descanso del partido con el Liverpool que padecía cáncer, ligando el dato al cambio radical del equipo, que pasó de un 0-3 en la media parte a empatar a tres goles con un tanto en el descuento y con toda la plantilla buscando al Toto para celebrar con él el resultado. Las palabras del presidente del Sevilla echaron por tierra esta teoría: «Lo sabíamos desde hace 15 ó 20 días. Él se lo dijo a los jugadores después del partido contra el Celta y era algo que teníamos que trasladar. Eduardo ha sido quien lo ha decidido y no quería mezclarlo con el partido del martes. La nota estaba prevista para esta mañana (por ayer), más allá de que anoche ya hubiese rumores sobre el tema». El entrenador no quiso hacer ni una sola mención a su enfermedad en la conferencia de prensa posterior al partido con el Liverpool.

La gran incógnita ahora es el tratamiento qué va a seguir Eduardo Berizzo, cuándo lo va a hacer, si en un momento dado tendrá que parar, y en ese caso, cuánto tiempo estaría al margen del equipo. De hacerlo, una de las teorías más verosímiles sería hacer coincidir el paréntesis con el parón de Navidad.