Un día de goles, reencuentros y abrazos en el Pizjuán

la voz

GRADA DE RÍO

Los saludos a Berizzo y Nolito, detalles de una cita marcado por las vidas cruzadas
de Celta y Sevilla

19 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El de ayer era un partido para los reencuentros. Pocas veces coinciden en el terreno de juego tantas caras con pasado reciente en el equipo rival y que hayan dejado tan buen recuerdo como lo hicieron en Vigo Berizzo y su cuerpo técnico, Nolito -que además, marcó- y Michael Krohn-Dehli. Por eso las muestras de complicidad y cariño fueron patentes antes, después del partido y en el intermedio.

Pero también con el balón en juego hubo quienes se vieron las caras de nuevo de manera muy directa. En concreto, a Hugo Mallo le tocó marcar a Nolito, que le hizo sufrir, tal y como señaló el técnico del Sevilla en sala de prensa. «Necesita encontrar la última vuelta de tuerca de su forma futbolística. Él lo sabe y se enrabieta. Necesita exigirse y aprovechar las ocasiones como hizo hoy, sosteniendo a su lateral», comentó.

El propio Berizzo fue el gran protagonista de algunos de los momentos más emotivos. El técnico había hablado en la previa de un partido con emociones a flor de piel, de reencuentro con muchas personas queridas con las que había trabajado. Una de ellas era Vlado Gudelj, con el que se fundió en un abrazo al terminar el partido, justo después del saludo a su sucesor en el banquillo del Celta, Juan Carlos Unzué. Además, en el intermedio, abrazó efusivamente al Tucu, jugador que llegó a Vigo de su mano, así como a Aspas al final.

De los dos excélticos en las filas del Sevilla, uno fue titular y el otro fue precisamente quien le relevó sobre el terreno de juego. Nolito había dicho hace unas semanas que si marcaba contra el Celta no lo celebraría, y aunque no cumplió del todo su palabra, sí fue comedido al lograr el tanto que ponía el 2-1.

En la recta final salió Krohn-Dehli, que compartía con el gaditano la maldición que ha acompañado en los últimos años a los célticos que dejaron el equipo persiguiendo retos mayores. Ambos parece que poco a poco van encontrando su sitio en el conjunto hispalense.

El de Sanlúcar repartió abrazos y gestos de complicidad. En el descanso, con su gran amigo Fontás, y al final del partido, con un Aspas con el que también hizo buenas migas en el Celta y al lado del que jugó, asimismo, en la selección. Ayer les tocaba ser rivales. Solo 90 minutos.

Unzué: «Hemos creado ocasiones pero ha faltado efectividad» 

Juan Carlos Unzué señaló que el «único motivo» que podía tener para «estar enfadado» era la falta de acierto de cara a gol de su equipo, evitando valorar el arbitraje. Aunque sí repitió que espera que «al final de temporada los errores estén compensados, porque ahora no lo están». Incidió el técnico del Celta en que fueron superiores al rival en cuanto a las ocasiones de gol generadas. «En otros partidos más equilibrados hemos sido más efectivos y hemos ganado», comparó. Aunque el del Sánchez Pizjuán también le pareció igualado, destacó que su equipo «con más actitud que fútbol creo ocasiones claras, pero el fútbol consiste en meterlas».

Berizzo: «Fue un partido trabajado ante un gran rival»

Berizzo tuvo palabras de elogio para el partido del Celta, del que destacó que fue a por el segundo gol. «El primero nos desestabilizó, atacamos demasiado rápido, con precipitación. Con el 1-1 salimos con más serenidad», indicó. Y dio especial importancia a la victoria en la medida en que fue fruto de «un partido muy trabajado contra un gran rival». No ocultó Berizzo que, a diferencia con otros partidos -según sus palabras-, el Celta logró hacerles «ocasiones claras con facilidad», aunque indicó que la culpa fue de su equipo. «Recuerdo más montoneras que terminaban mal que jugadas elaboradas por nuestro rival», agregó el exentrenador del Celta.