La valentía vistió de celeste en Balaídos

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

A pesar de la derrota (0-1), el Celta puso el fútbol y las ideas y mostró versatilidad con un cambio táctico frente a un Atlético menor

23 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Si la valentía diese puntos, el Celta se hubiese embolsado unos cuantos en su contienda de ayer frente al Atlético de Madrid. Porque en el duelo con los colchoneros fueron los celestes los que cargaron con la pelota, la iniciativa y la responsabilidad frente a un rival tan tacaño como afortunado. La buena noticia para los locales fue que demostraron que ante los denominados grandes también pueden competir. La mala, que su entrega quedó sin recompensa.

La apuesta

Maxi vuelve al once. En el primer test de envergadura de la temporada Unzué barajó sus piezas, pero sin grandes alteraciones. Regresó a la portería Sergio Álvarez por la baja de Rubén Blanco, Sergi Gómez aportó la velocidad en el centro de la zaga y Cabral la contundencia, y Lobotka se colocó en el mediocentro para estrenarse ante uno de los cocos de la liga con Wass y Hernández de escuderos. Una de las dudas que quedaba por resolver era si el entrenador apostaría de nuevo por Maxi Gómez para el centro del ataque después de que el uruguayo cumpliese el partido de sanción y el navarro decidió darle continuidad en detrimento de Guidetti y de Emre Mor. Los dos nórdicos fueron los elegidos para revolucionar el partido.

El planteamiento

Cuestión de actitud. Al contrario que en otras contiendas en las que el equipo pecaba de un punto de relajación al entrar en el campo, ante el Atlético los vigueses quisieron el balón desde el minuto uno. Y lo tuvieron. Se mostraron dictatoriales en términos de posesión y de iniciativa arrinconando a un Atlético de Madrid con una propuesta muy pobre, pero que acabó demostrándose efectiva. Casi tardaron media hora los colchoneros en dar señales de vida, pero cuando lo hicieron, con un par de fogonazos cambiaron la decoración, vieron gol y encontraron la soltura que el Celta les había robado en el primer tercio de la contienda. La segunda mitad, más allá de un inicio algo timorato de los vigueses, siguió el mismo guion. Ataque celeste, defensa colchonera.

Soluciones arriesgadas

La valentía se demuestra. El Celta se creció ante el Atlético de Madrid. Hizo uno de sus mejores partidos de la campaña y exhibió una actitud valiente y decidida que quedó patente con los cambios de Unzué. Cuando el técnico navarro agitó el árbol lo hizo con un giro radicalmente ofensivo tanto en los nombres como en el posicionamiento. Retiró un defensa -el apercibido Cabral- y amontonó atacantes pasando a jugar con un 1-3-2-3-2 que se quedó a las puertas de marcar. Sergi Gómez y los laterales Jonny y Mallo -agotado- arroparon a Sergio, Lobotka y Hernández pusieron músculo al medio campo, y Mor -por la izquierda-, Aspas -de mediapunta- y Sisto -por la derecha- montaron una línea de creación cargada de quilates y peligro que intentó alimentar a la pareja de atacantes que formaban Maxi Gómez y un Guidetti que necesita más rodaje. En este tramo final fue la velocidad de Mor la que desequilibró más a la pétrea defensa colchonera, cargada hasta los topes, que pasó un par de apuros con la marabunta de atacantes que se agolparon con criterio ante la puerta de Oblak.

El problema

Solo faltó la pegada. Al Celta solo le faltó el gol. Hizo, con un partido coral, todos los méritos para celebrar más de un tanto y se hinchó a mirar hacia la portería de Oblak, pero el acierto le dio la espalda en un día en el que lo había buscado especialmente. Los celestes ejecutaron 19 disparos de los que nueve se encaminaron a portería, cinco fueron bloqueados y uno se estrelló contra la madera. La falta de pegada fue la cara amarga de un duelo que dejó buenas noticias encarnadas en algunos jugadores. Destacó la capacidad de Lobotka para asentar el centro del campo junto al Tucu. Sergi Gómez sobresalió por su velocidad y su anticipación en varias jugadas y Emre Mor revolucionó el flanco izquierdo cuando entró. Maxi Gómez se quedó sin marcar pero mostró que tiene fútbol además de gol.