El mal fario de la mejor opción

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vázquez

A Kevin Vázquez una huelga le impidió debutar con el Celta en el 2011 y ahora no puede hacerlo por la edad

10 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Por juego y rendimiento hace tiempo que Kevin Vázquez Comesaña (Nigrán, 23 de marzo de 1993) se ha ganado una oportunidad en el primer equipo. Pero el mal fario parece perseguir al lateral derecho y capitán del Celta B, que pese a ser uno de los cinco jugadores que a lo largo de la historia han superado los 10.000 minutos en el filial solo estuvo en una pretemporada con el primer equipo.

Fue en el verano del 2011 con Paco Herrera, pero la huelga del fútbol profesional impidió su debut para cubrir la ausencia de Hugo Mallo, que estaba en el Mundial sub-20 de Colombia. Ahora, sin Hugo Mallo y Roncaglia, lesionados, y dado el nivel al que se encuentra, sería el relevo ideal para Las Palmas, pero Kevin no puede alternar los dos conjuntos por cuestiones de edad y la única manera de llegar al primer equipo es mediante una recalificación de ficha, algo imposible hasta que se abra una nueva ventana de transferencias (el 1 de enero del 2018).

 

Kevin representa una historia de tenacidad. Hace nueve años que debutó con el filial, lleva seis años adscrito al segundo equipo y sus números solo son equiparables a Sergio Álvarez, Richi Álvarez, Goran Maric y Borja Iglesias, cuatro grandes de Barreiro. «Nos últimos anos levo xogando moitos partidos como titular e iso suma. Iso é importante para min porque demostra que todos os adestradores que pasaron polo filial confían en min». Tanta continuidad le lleva a otra reflexión: «Ao final pensas e dis: ‘Fixen tanto traballo ao longo de tantos anos e sería moi bonito poder disputar aínda que só sexa un partido co primeiro equipo’. É unha mágoa non poder subir e baixar».

Los escenarios nunca han sido proclives para el futbolista de Nigrán. En el verano del 2011, siendo juvenil de tercer año, se incorporó a la pretemporada del primer equipo con Paco Herrera en Melgaço. Hugo Mallo se había ido al Mundial y Kevin se jugaba el puesto con Oier Sanjurjo de cara al inicio de Liga (el curso del ascenso) «pero ao final houbo dúas xornadas de folga en Primeira e Segunda, logo volveu Hugo Mallo e eu voltei co filial».

Fue la vez que más cerca estuvo. Porque poco parece importar que Kevin lleve tres años a un excelente nivel, que el curso pasado fuera uno de los destacados de un equipo de récord y que en este arranque, después de superar una lesión que le negó la pretemporada, vuelva a estar como un tiro. «Creo que levo tempo facendo un bo traballo e para min todo o que sexa sumar para o primeiro equipo é boísimo. Sei que é dificil pero espero que o traballo se poida recoñecer e chegar ao fútbol profesional», dice.

Pese a los imponderables y la dificultad -«é difícil porque hai dous moi bos laterais pero eu estou agora a un bo nivel»-, Kevin no arroja la toalla. Le queda un año más de contrato con el filial y dos opcionales para el primer equipo. «Eu manteño a esperanza de poder facer un grandísimo ano e ao final de tempada o club manda. Eu teño contrato co primeiro equipo e se quere que siga pertencendo ao club da miña vida está nas súas máns. A min faríame moitísima ilusión». En su hoja de ruta no entra una décima temporada corriendo la banda en Barreiro.

Aunque no lo diga, el verano pasado tuvo ofertas de Segunda para marcharse y decidió quedarse. Para porfiar por su sueño y de paso, quitarse un curso más en sus estudios de Química. Hasta para eso no le ayuda no acceder a la LaLiga. «Non se considera un deportista de élite a un xogador de Segunda B e tes que asistir a clase». Él lo hace por las tardes porque las prácticas son obligatorias. En ellas quizás encuentre la fórmula que le abre las puertas del primer equipo.