El rival del Celta mañana es un equipo que quiere luchar por Europa de la mano de Quique Sánchez Flores
17 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta visita mañana a un Espanyol que no ha empezado de la mejor manera la temporada en la que las miras estaban puestas a priori en el regreso a Europa. Tras años de cambios, con la llegada del capital chino para hacerse con el control, la idea del conjunto catalán es buscar la estabilidad, pero sin descuidar su línea ascendente y guiándose por la ambición. Es la premisa de un Quique Sánchez Flores que afronta su segundo curso al frente y que anunció para este año una mayor apuesta por la posesión y el fútbol pensando precisamente en alcanzar metas más altas.
Estilo
4-4-2 con la solidez defensiva como base. Quique Sánchez Flores apuesta por un 4-4-2 prácticamente innegociable. En la pasada campaña se había basado en la solidez defensiva, con todos los jugadores, atacantes incluidos, volcados en esa faceta, atentos a las ayudas y a las coberturas para minimizar los riesgos. Su peligro de cara al área rival pasaba básicamente por aprovechar el error del contrario y montar contraataques con los que sorprender y anotar. Aunque sin dar un giro radical a esta idea, el técnico madrileño sí ha querido introducir matices. «Debemos ganar en madurez y en juego, generar más posesión y fútbol», decía el pasado verano al hacer balance de su primer curso al frente. Entiende que es la evolución lógica después de un primer año en el que adaptó su planteamiento al perfil de los jugadores que tenía a su disposición, que toca dar un paso más como medio para aspirar a cotas más altas. Con esa idea se movió el club en el mercado de fichajes.
Dinámica
Un punto y un único gol en las tres primeras jornadas. El bagaje del Espanyol en estas primeras jornadas no es demasiado alentador, lo mismo que le ocurre a un Celta cuyo técnico, Unzué, ve a los dos equipos «muy necesitados». Los catalanes se han plantado en la cuarta jornada con un solo punto, logrado gracias al empate (1-1) de la primera jornada en casa del Sevilla. Luego llegó una derrota por la mínima como local ante el Leganés y el chaparrón del Camp Nou (5-0). La portería a cero, como sumar de tres, es todavía una asignatura pendiente.
Nombres propios
Granero y el regreso de Darder como grandes fichajes. Llegó a parecer una operación imposible, pero finalmente el canterano perico Sergi Darder regresó a casa este verano. La ansiada vuelta se produjo en calidad de cedido por el Olympique de Lyon y el centrocampista está llamado a ser uno de los pilares del equipo. Lo mismo que Esteban Granero, otra flamante incorporación para el centro del campo con un perfil asociativo con el que Sánchez Flores busca esa vuelta de tuerca en la identidad del equipo. Entre los fichajes está también un viejo conocido del Celta, el defensor Naldo, que se enfrentó al equipo vigués en Europa League con el Krasnodar. La nómina de refuerzos se completa con Sergio García, Hermoso, Dídac y Sergio Sánchez. En total, entre incorporarles y retener a Diego López, Baptistao y Piatti, el club gastó más de nueve millones de euros.
Sergio García, la bestia negra de los celestes. Entre las caras nuevas del Espanyol está Sergio García -de regreso en el equipo esta temporada-, que les tiene tomada la medida a los celestes. En total les ha hecho gol en cinco ocasiones, una de ellas con el Betis y las cuatro restantes con el mismo Espanyol en doce enfrentamientos. Quien continúa en la plantilla y está llamado a seguir siendo una pieza clave en el puzzle es Gerard Moreno, por el que pasaba el peligro perico la pasada campaña.
Aspiraciones
Con la vista puesta en la clasificación para Europa. Del decimotercer puesto de hace dos temporadas el Espanyol pasó al octavo la pasada campaña. Desde el club no ocultan que la idea es Europa. Sánchez Flores dijo incluso antes de comenzar el campeonato que habría que ver si podían pensar en formar parte del grupo de equipos con aspiraciones de Champions. Insistía en que el crecimiento sería «lo lógico» tras la evolución de las últimas temporadas.
Contexto
Tercer año en manos chinas. En el año 2015 el Espanyol se convertía en el segundo club de fútbol español con capital chino tras el Atlético de Madrid. La compañía de juguetes Rastar Group pagó 180 millones por hacerse con el 90 % de la entidad y salvaba al club de un posible descenso administrativo al saldar una deuda con la Agencia Tributaria de 140 millones. Pero esto se ha traducido en una situación complicada, porque el Espanyol no ha logrado ser autosuficiente y los gastos superan a los ingresos.