Los regalos eclipsan el fútbol del Celta

X.R.Castro

GRADA DE RÍO

Salvador Sas | Efe

Los vigueses fueron un equipo valiente y combinativo, pero demasiado ingenuo en las dos áreas

19 ago 2017 . Actualizado a las 21:59 h.

El Celta deja destellos ilusionantes en cuanto a fútbol, pero una preocupación mayúscula en la retaguardia, además de una derrota. La Real Sociedad, con rango europeo, no fue mejor que el cuadro vigués, todo lo contrario, pero demostró el colmillo y la consistencia de la que careció un equipo vigués, estilista, capaz de jugar con escuadra y cartabón, pero que no gobierna las dos áreas, en donde se define el fútbol. Maxi Gómez marcó a pares en su debut, pero sus goles solo pasarán a la historia como sucesor de Amoedo, que en la época de los 50 también había estrenado la celeste con doblete. Sus tantos fueron neutralizados por un fallo en la salida de balón, una contra que nadie atajó desbarató y un penalti consecuencia de un agarrón fuera del área. Demasiados regalos.

El primer tiempo resume a la perfección la miel y la hiel del sistema de Unzué. El Celta regaló momentos de juego delicioso, con combinaciones a todo lo largo del campo, tocando un centenar de metros para llevar el peligro al área de Rulli. Por ahí llegaron tres ocasiones de Iago Aspas, que viajó al centro desde la derecha una y otra vez, y también el gol de Maxi Gómez tras un centro de Pione Sisto y una dejada de Wass.

Pero la hiel apareció en un intento de Sergio Álvarez por sacar el balón jugado con el marcador a favor. El de Catoira se equivocó en la entrega y Oyarzabal aprovechó el balón caído del cielo para empatar cuando la Real apenas había avisado en ataque.

Porque con el once esperado, poco importaron las altas temperaturas (que llevaron al árbitro a decretar un tiempo muerto) para que el Celta saliera a comerse el mundo desde el primer metro de la Liga. Bajo la batuta de un imperial Jozabed, que movió con maestría todo el fútbol de los celestes. Con método. Hugo Mallo fue un puñal, Wass hizo las veces de extremo derecho para equilibrar el equipo y todo el mundo entendió el mensaje de Unzué como si llevaran toda una vida con él. Pero a ese fútbol le faltó el acierto. Hugo Mallo tuvo el segundo en otra delicia combinativa, Aspas puso a prueba a Rulli y Maxi buscó otra diana con el primer tiempo a punto de expirar.

El Celta no tardó en recuperar la ventaja en el marcador a la vuelta del vestuario. Salió mandón y de nuevo Maxi Gómez demostrando sus dotes de goleador, aprovechó un balón suelto tras un saque de córner para enviar el balón a la red. Entonces la Real dio un paso adelante y el partido se convirtió en un ejercicio de defensa-contragolpe para el Celta, que cambió el 4-3-3 por un 4-1-4-1 que pretendía ser más consistente. La apuesta originó alguna salida espectacular al primer toque a la que le faltó definición. Cada aceleración de los vigueses era un problema para los donostiarras, que se salvaron por la falta de concreción de los celestes.

Y sin la sentencia, llegó la ley del fútbol, que no entiende ni de merecimientos ni de estética. La Real, con más pegada, y más fortuna, fue capaz de darle la vuelta al marcador. Primero al aprovecharse de una pérdida de balón que Juanmi, recién entrado, convirtió en gol, prolongando su idilio con Balaídos. Y cinco minutos después, un mal despeje derivó en penalti de Jonny, piado por Mateu Lahoz aunque el derribo se produjo fuera del área. Lo lanzó impecable William José y acabó volteando el marcador para mantener la tradición de comenzar la temporada en casa como derrota.

Ficha técnica:

2 - Celta de Vigo: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Jonny; Radoja, Wass, Jozabed (Lobotka, m.75); Iago Aspas, Pione Sisto (Hjulsager, m.86) y Maxi Gómez (Hernández, m.66)

3 - Real Sociedad: Rulli; Odriozola, Aritz Elustondo, Navas, Kevin Rodrigues; Illarra, Zurutuza, Xabi Prieto (Agirretxe, m.80); Canales (Carlos Vela, m.56), Oyarzabal (Juanmi, m.66) y William José.

Goles: 1-0, m.22: Maxi Gómez; 1-1, m.32: Oyarzábal; 2-1, m.50: Maxi Gómez; 2-2, m.79: Juanmi; 2-3, m.87: William José, de penalti.

Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano). Amonestó a Maxi Gómez, Hugo Mallo y Jonny por parte del Celta de Vigo.

Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la Liga Santander disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 16.961 espectadores. Antes del choque se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de los recientes ataques terroristas en Cataluña, de Julio Mallado, ex delegado del Celta Bosco, y de José Manuel Roldán «Pepín», inolvidable aficionado celeste.