La pretemporada sube el nivel

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

De los «stage» en Portugal, el Celta ha pasado a concentrarse en Inglaterra

27 jul 2017 . Actualizado a las 10:52 h.

Hace cinco años el verano del Celta se organizaba entre Galicia y Portugal. En la vuelta del equipo a Primera División Quiaios fue el lugar elegido por el club para que Paco Herrera y sus jugadores se prepararan para lo que estaba por venir. Desde el estío del 2012 hasta la fecha han cambiado muchas cosas. Aquel Celta humilde que suspiraba por la salvación ha recuperado el respeto en el concierto europeo, ha sido semifinalista de una competición continental y se ha quedado en dos ocasiones a las puertas de una final de la Copa del Rey. El club ha cambiado, y también sus pretemporadas.

Ayer, a primera hora de la mañana, la plantilla céltica puso rumbo a Inglaterra, donde tendrá su concentración de precampaña. Durante dos semanas y media el equipo de Juan Carlos Unzué se preparará para la Liga en un entorno privilegiado, el Hotel Champneys Health Spa, que ejemplifica el salto cualitativo que ha dado el equipo en los últimos años. El Celta que Unzué y su gente se han encontrado poco tiene que ver con el que dejaron cuatro temporadas atrás.

El verano en que Luis Enrique tomó las riendas fue un curso de transición. El equipo acababa de salvarse en la última jornada de Liga y todavía buscaba estabilidad. Ese verano Portugal fue de nuevo la localización de la pretemporada. El Centro de Estágios de Melgaço se convirtió en el hogar de la plantilla durante un puñado de días con equipos como el Marítimo de Funchal, el Porto o el Southampton como rivales de la precampaña. Las diferencias con el verano anterior no fueron notables, y el gran cambio todavía estaba por llegar.

Fue con el aterrizaje de Eduardo Berizzo en Vigo cuando el Celta alteró su registro. La digna temporada que el grupo había protagonizado con Lucho al frente había aportado la estabilidad que tanto necesitaban los célticos. El club se veía preparado para retos un poco más ambiciosos y eso traía de la mano una pretemporada también de mayor peso.

En el primer verano del Toto al frente del Celta la plantilla hizo las maletas y se fue a Marbella. Allí, de la mano del Profe Fernández el vestuario se pegó una paliza física que redondeó con algún que otro amistoso y con una visita relámpago a Argelia para medirse al Constantinois. Pero Marbella no fue el único cambio de escenario. La primera semana de agosto la plantilla se desplazó al Reino Unido para tomar la temperatura a su fútbol frente a equipos como el Norwich City, el Wolverhampton o el Burnley. En el Celta corrían nuevos tiempos, y se percibía en su agenda.

La segunda pretemporada céltica con el Toto también llevó a la plantilla por Europa. Alemania y Austria fueron los países elegidos para que el equipo se preparase a conciencia para un curso que acabaría con la clasificación continental y que estuvo cargado de alegría, si bien fue el verano pasado el que resultó más internacional para la plantilla celeste.

Cerca de 30.000 kilómetros recorrieron los célticos hace un año en su preparación. Italia fue el país elegido como base de operaciones para prepararse, con Florencia, Pisa y Pescara como ciudades de referencia, pero incluyendo un viaje relámpago a Alemania para enfrentarse al Eintracht. Esa fue la última parte de una precampaña que llevó al Celta hasta Sudamérica de la mano de la Federación Galega, ya que fue en Uruguay donde disputó el derbi estival frente al Deportivo. Casi una vuelta al mundo previa a una temporada de ensueño y que dejó a las claras que el Celta había subido un escalón en el concierto del fútbol internacional.

Ahora, de nuevo Inglaterra

Este verano ha sido de nuevo el Reino Unido el destino elegido por el Celta para la concentración, y otra vez el equipo hará un viaje relámpago a Alemania. El sábado los vigueses tendrán su primer amistoso de nivel de la pretemporada frente al Brentford, el martes se medirán al Burnley, un viejo conocido, y el cinco de visitarán al Bayer Leverkusen. El 9 de agosto, en Balaídos, el Udinese será el equipo que tomará la medida de los célticos en la que se presume la última prueba de la pretemporada. Luego llegará la fiesta liguera tras una pretemporada de nivel con pocos amistoso pero destacados.

«¡Toca regresar al trabajo!»

El Celta ya entrena en las instalaciones del británico condado de Leicestershire, su base durante la próxima semana. El equipo llegó ayer a mediodía al hotel y por la tarde ya se ejercitó en sus instalaciones. Juan Carlos Unzué se llevó a la concentración a todos los jugadores que están entrenando con el primer equipo, incluido un Álex López con el que no cuenta, y los canteranos Brais, Alende y Pampín, y allí estaba previsto que se sumen los internacionales chilenos, los últimos en acabar la pasada campaña por los compromisos con las selecciones. Ayer era Marcelo Díaz, a través de su cuenta en Instagram, el que se encargaba de anunciar el fin de su descanso. «¡Muchas gracias familia por hacer que estas vacaciones hayan sido hermosas! ¡Ahora toca a regresar al trabajo!». Lo hará mientras busca una salida del Celta.