Carlos Mouriño: «Unzué tiene la ventaja de que estuvo aquí y la adaptación puede ser fácil»

x. r. castro, lorena g. c., míriam v. f. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Emilio Cerviño

Mouriño lo califica de extraordinario y reconoce que está negociando con él «y dos más»

25 may 2017 . Actualizado a las 09:49 h.

El foco de la actualidad del Celta pasa por la contratación del nuevo entrenador. En un café de redacción con La Voz de Galicia, Carlos Mouriño Atanes (Vigo, 1943) no esconde que Juan Carlos Unzué es candidato al puesto, con el aval de conocer la casa. Y ya está negociado con el navarro. De la salida de Berizzo se limita a indicar que el Celta no puede estar sujeto a nada de fuera.

-¿Qué sensación le deja la despedida de Berizzo del domingo?

-El club tiene una vida de muchos años en Primera, tiene un gran futuro y lo que menos importamos somos las personas. Importa la idea, el proyecto, la forma de llevarlo adelante y el trabajo que se realiza para que eso fructifique y dé éxitos.

-¿El desacuerdo era un tema económico o de proyecto?

-No era ni económico ni de proyecto deportivo, sino una cosa que no tenía nada que ver. Nosotros consideramos que los tiempos del Celta los tienen que marcar el Celta y su directiva, que no pueden estar sujetos a nada de fuera y, por lo tanto, consideramos que era el momento oportuno y punto. Consideramos que fue la mejor decisión para el club.

-¿El club tiene Europa como objetivo para el próximo curso?

-A veces las palabras me resuenan. El proyecto del Celta ha ido creciendo año con año. No sé qué significa que el proyecto no crezca. El proyecto ha ido progresando y nuestra aspiración sigue siendo progresar. El objetivo será tratar de hacer un equipo para que juegue Europa, pero siempre pensando que la máxima es continuar en Primera.

-¿Qué opinión le merecen las criticas de la afición del domingo?

-No son agradables, pero tampoco las rechazamos. Sabíamos que podía ocurrir, pero eso no evitar tomar la decisión que creímos que era más conveniente. No voy a dejar de tomar decisiones que creo correctas porque no sean del agrado de todo el mundo.

-¿Teme una fractura social?

-Creo que las fracturas sociales van y vienen, pero esa situación nunca va a impedir que el presidente haga lo que crea que es mejor para el club. Eso lo debe tener el aficionado muy claro y si no está de acuerdo, no podemos hacer nada más.

-Se habla de Unzué y Óscar García Junyent como principales candidatos.

-Esos dos entrenadores, como otros muchos, dan el perfil que el Celta está buscando. El perfil de un equipo valiente, que tenga la idea de tener la posesión y que juegue al ataque. Eso no queremos perderlo porque no viene de ahora, sino de mucho tiempo atrás.

-¿Unzué le parece un buen entrenador para el Celta?

-Extraordinario para mí, pero como me parecería algún otro del mismo estilo. Tiene la ventaja de que ya estuvo aquí, conoce a muchos de los jugadores y la adaptación puede ser más fácil. Pero hay muchos más.

-¿Cómo van las conversaciones con él?

-Van bien, pero a ver, estas conversaciones las tienes paralelas con dos o tres más. Tú puedes tener muy buena voluntad y se te disparan en un importe que tienes que decir aquí no llego, por muy bien que vayan o por mucho interés que tengas en traerlo. Pero sí van bien, las conversaciones van bien. Vamos avanzando y están avanzadas con dos o tres.

-¿Y en esas conversaciones se habla de fichajes o de saber de qué dinero dispone para comprar?

-Creo que sería un grave error que hablasen de eso. En principio un entrenador que me condicione y no valore al conjunto que tiene, no me serviría. El primer paso es que el técnico tiene que valorar lo que tiene y que quiera venir con lo que tenga. Ese es el primer paso, el paso más importante. Que los jugadores sepan que tienen la confianza del preparador, que no tienen dudas. Si después eso lo podemos mejorar, fenomenal. Hay que tener en cuenta que tenemos un primer equipo que ha competido muchísimo contra todos los rivales.

-¿Cuándo se cerrará el técnico?

-Nos damos de plazo esta semana. El lunes o el martes debemos comunicarlo.

-Cuando pase la final de Copa...

-Puede ser. Antes es difícil que lo podamos hacer.

«Nolito está en unos sueldos que el Celta no puede pagar»

Mouriño confirmó que Defensor recibió una oferta nada más fichar el Celta a Maxi. El conjunto vigués podría estar dispuesto a invertir 10 millones de euros por el 50 % de Lozano y que le encantaría la vuelta de Nolito, aunque la ve muy difícil.

-Maxi Gómez ha sido el primer fichaje sin que se haya confirmado el entrenador.

-Hay una serie de jugadores que son de club y otros que tienen que ser compartidos con el entrenador. Hay un caso muy curioso con Maxi, nosotros no podíamos esperar más para ficharlo y no sabríamos si iba a gustarle mucho al entrenador que estaba o al que viniera, pero había que hacerlo y la prueba está en que lo hacemos y a los tres días llega una oferta de 7,1 millones. Y nos decían: «Deshaced la operación y nos repartimos el dinero». Nos costó 4,3 millones y un equipo italiano puntero hizo la oferta.

-¿Cómo está el caso del Chuky Lozano?

-El caso del Chuky es lo mismo. Ojalá lo pudiéramos traer, para nosotros es un jugador de una calidad extraordinaria, un goleador exquisito y ya estamos soñando con una delantera que nos estamos imaginando.

-¿Por qué no se cierra? ¿por dinero?

-Para el Celta fichar a un jugador de 20 millones es muy importante, para pensárselo muy bien, pero el club está en condiciones de pagar un 50 % por diez millones.

-¿Ve posible la vuelta de Nolito?

-Me encantaría, por supuesto.

-¿Posible o utopía?

-Parece difícil. Nolito está en unos sueldos que el Celta no puede pagar, porque el pago desorbitado a un jugador te descompensa el resto de la plantilla y entonces no lo soportas y te vienen los problema internos. Nolito está en ese caso, tiene un sueldo que tendría que sacrificar bastante para poder volver al Celta.

-¿Ha habido algún contacto?

-Con Nolito tenemos contacto desde que se fue. Por WhatsApp, por teléfono... Desde siempre. Fíjate: Nolito se despide de mí diciéndome ‘prezi, guárdeme usted un sitio en el Celta’. Quiero decir que tiene un magnífico carácter y nunca se desligó del Celta. Igual que Denís o Rafinha.

-¿Nolito les trasladó que quería volver?

-A ver, eso de decir me gustaría ir... Pero él es profesional. Sabe que tiene un contrato con el City y que mientras no hubiera un arreglo con el Manchester él no se va a pronunciar.

«Estamos hablando de comprar más de 200.000 metros en Mos»

La reforma de Tribuna, presupuestada en siete millones, fue adelgazando por el camino hasta que el Celta se encontró con una cubierta que no tapaba a todo el público, un ascensor que no subía hasta donde debería, un problema muy serio de inundaciones en los bajos comerciales, los vestuarios y la sala de prensa, e incluso la falta del ansiado aparcamiento. Este panorama fue el que impulsó a Carlos Mouriño a proponer la compra de Balaídos y a decir que no a una concesión que nunca le presentaron. El presidente tiene claro que el respeto institucional hacia el Concello es total, pero avisa que «no somos sumisos. Creemos que en Vigo no se permite que nadie se mueva sin el control del Ayuntamiento, y si ellos le dan alas al Celta, ese control lo pierden».

-¿Por qué el Celta no dijo antes que la reforma no le valía?

-Porque estábamos de acuerdo con ella. Cuando hablamos de comprar el estadio es después de ver cómo se están haciendo las obras, cuando vimos que no contempla recogida de agua, que empiezas a dudar si habrá estacionamiento, vemos que entra agua, se recortan todas las partidas. Vemos todo ese conjunto y decidimos que o lo compramos y lo hacemos a nuestro gusto o no tenemos nada que hacer. No vamos a agarrar una concesión con una serie de deficiencias tremendas que tienes que pagar canon y aparte gastar todos los años una cantidad de dinero.

-Cuando usted le planteaba todo esto a Caballero, ¿qué decía?

-‘Ya buscaremos soluciones’. Reconozco que mi grave error fue creer eso, cuando eso es aplazar sin proponer ninguna solución. No existen propuestas que no hayan sido las nuestras y llega un momento en que no crees en lo que te dicen. Es como si ahora dicen «te doy estacionamiento» o «te soluciono el problema del agua», ya no lo creo.

-¿Está cerrada la opción de la concesión?

-Hay una situación en Vigo curiosa. Hay un alcalde que dice que va a hacer una proposición que nunca se hizo para hacer una concesión del estadio que nunca nadie supo en qué consistiría. Nosotros consideramos que la concesión, en la forma que está el estadio, si nosotros no tenemos posibilidades de hacernos cargo de las obras o controlarlas, está descartada al 100 %, no hay ni la más mínima posibilidad.

-¿De qué manera podrían hacerse cargo de ellas?

-No es hacernos cargo de las obras. Nosotros teníamos que comprar el estadio, asumir la obra y gastarnos el dinero, que fue lo primero que propusimos. El Celta lleva mucho más gastado en Balaídos que el Ayuntamiento, 6,5 millones nosotros y ellos 4.

-¿Y si se corrigieran todas las deficiencias?

-Pero ¿cómo se va a corregir ahora? Creo que ya no es posible, pero los únicos que hacemos propuestas concretas somos nosotros. La alcaldía y la oposición no concretan nada. Estamos como hace ocho meses.

-El alcalde, en la convención de peñas, habló de avances. ¿Cómo se interpreta eso?

-Se puede interpretar de muchas maneras, como que si nos cansamos de decir que tenemos el mejor estadio del mundo alguna gente se lo crea. Si él dice que va haber acuerdo será porque tiene pensado algo.

-¿Vería posible desgajar el proyecto futuro?

-Aquí interesa mucho centrar todos los temas en lo que le interesa a otro, que es Balaídos, y nosotros no estamos centrando el tema en eso. Estamos diciendo «véndanos Balaídos o dennos un nuevo permiso para hacer un estadio nuevo», pero de eso no se habla casi nada. Nosotros no estamos diciendo «nos vamos de Vigo porque no nos venden Balaídos». Si es imposible venderlo, que no lo es, dennos un permiso para construir un estadio nuevo en Vigo y no nos movemos.

-¿Y qué haría el Ayuntamiento con el estadio actual?

-No creo que ni el Celta le deba pasar sus problemas al Ayuntamiento ni el Ayuntamiento los suyos al Celta. Esto es cuestión de que entre los dos si podemos lo arreglemos, pero para eso tiene que haber voluntad de dos partes. Si cuando nosotros decimos eso se dice rotundamente «no hay plan B» y el estadio sigue adelante porque yo lo digo, pues adelante.

-¿Cuando imagina el nuevo proyecto, incluye la ciudad deportiva, el centro comercial y quedaría para la opción del estadio?

-Incluso pensando a muy largo plazo, a nosotros lo que nos gustaría es que en ese terreno, nos fuéramos o no, se contemple que ahí puede haber un estadio algún día. Estamos hablando de 200.000 o 300.000 metros cuadrados y ahí tenemos que hacer un buen desarrollo. Que no es inmediato el estadio porque hay arreglo y nos quedamos en Vigo, no importa. Aquí muchas veces parece que el presente es lo importante y no es así. Imagínate la concesión en Balaídos como se decía, y dentro de 50 años estamos en el mismo problema. El Celta tiene que tener muy claro y muy definido cuál puede ser el futuro y no volver a caer en esto. Que no hay renovación después de Balaídos, pues hay una alternativa para hacer un campo, pero eso no es trabajar para nosotros, es trabajar para el Celta.

-En la polémica con el Real Madrid, Caballero parecía el portavoz del Celta. ¿No le chirrió?

-Así como vosotros lo notáis, lo nota mucha gente. Digo que creo que la frustración de Caballero es no ser presidente del Celta [risas]. La mía no es no ser alcalde, esa sí que no.

«Si me dan el permiso, empiezo mañana. Así de claro»

Aunque todavía no hay nada cerrado, Mos se presume como el municipio elegido por el Celta para construir su proyecto de estadio, ciudad deportiva y centro comercial.

-Ha habido contactos con Mos y con la Xunta. ¿Son viables la ciudad deportiva y el estadio allí?

-De lo que no depende de nosotros no podemos responsabilizarnos, pero que es viable, sí, totalmente; que hay la posibilidad de hacerlo, la hay; que se están realizando estudios sobre algunos terrenos para ver si esa viabilidad encaja, correcto. Pero al final, como no depende del Celta, ahí entra la parte política.

-¿Hay una hoja de ruta diseñada para el lugar que se elija?

-No podemos decir «empezamos» si el permiso no depende de nosotros. Lo que puedo decir es que si a mí me dan el permiso, empiezo mañana. Así de claro. Pero cuándo me van a dar el permiso no lo sé. En estos momentos se están realizando unos estudios previos que van bien. Nos entregarán la primera propuesta aproximadamente en quince días o un mes.

-¿Qué clase de trabajo previo se ha llevado a cabo?

-Los estudios que estamos haciendo son técnicos que abarcan muchas cosas, desde el impacto ambiental, hasta comunicaciones. Todo.

«Cometimos errores con los socios, pero las decisiones nunca gustan a todos»

El presidente considera que el Celta no tiene margen para incrementar su masa social en las actuales condiciones. Y reconoce errores en el trato al abonado, pero defiende que si la solución a ciertos problemas fuera fácil, todos los clubes la aplicarían.

-¿Aspiran a tener más socios?

-Estamos en un tope máximo dadas las circunstancias, mientras no consigamos más accesibilidad y comodidad. Me tachan de pesimista por decir esto, pero es la realidad con los problemas que tenemos.

-¿Se conseguiría eso en Mos?

-No lo puedo garantizar, pero así lo creo. Salir de cualquier punto de Vigo y estar a quince minutos aparcado ahora no lo consigues ni de casualidad con el estadio en la ciudad. Hay ventajas que influirían mucho.

-¿Se ha equivocado el club en el trato a los abonados?

-Por supuesto. Uno de los errores más graves fue poner el abono de la Europa League pegado al anual. Fue gravísimo, porque después no podíamos disponer de los asientos de algunos abonados porque la UEFA nos los reclamaba.

-¿Piensan compensar a la afición con la campaña de abonados?

-No. Las cosas que hacemos es porque las consideramos justas. Si nos equivocamos intentaremos no repetir el error. Somos de los equipos más baratos y no se nos puede pedir más sacrificio.

-Ante algunos partidos ha habido quejas por las colas y abonados de fuera que se han sentido discriminados.

-Es lógico. Hay que tomar medidas y nunca van a gustar a todos. Debemos aprender y buscar arreglos, pero no es sencillo y todos los equipos sufrimos lo mismo. Si hubiera una solución fácil, la aplicaríamos todos clubes. Cada uno puede mejorar un poquito: el sorteo puro, la cola... Pero al final siempre va a haber gente disconforme.

«La parte de legado, sentimiento y crecimiento me decidió a no vender»

Mouriño insiste en que seguirá al frente del Celta mientras haya un proyecto que le motive. Si este se lleva a cabo tal y como él lo plantea, le ve futuro, por eso lucha por el nuevo estadio, dice, y por eso descartó la opción de vender. Asegura que le ha movido el sentimiento.

-¿Está cerrada la puerta a la venta del Celta?

-Si me moviera por la lógica empresarial, habría vendido. Por un club que has comprado por doce millones te pagan 93 y no lo dudas. Pero había un sentimiento. Nunca buscamos la venta, nos la propusieron y no nos costaba nada poner unas condiciones, recibir una oferta y analizarla. No fue la parte empresarial, sino la de sociedad, sentimiento, proyecto, de legado y futuro la que hizo que se decidiera no vender.

-¿Cuál quiere que sea ese legado de Mouriño?

-Un legado para la ciudad, de sentimiento, de crecimiento, no empresarial. El Celta hoy no tiene más que el nombre, y así corre graves riesgos. Si se le puede poner remedio, yo se lo quiero poner, porque el Celta debe ser de Vigo y debe quedarse en Vigo, independientemente de dónde juegue. A veces las cosas se sacan de contexto interesadamente.

-¿Ve a alguien de su familia como sucesor para ese futuro?

-Siempre he dicho que en la condición en la que está el Celta en este momento, no comprometería a un sucesor de mi familia. Puede haber alguien que lo quiera y yo no me voy a oponer, pero yo no propondría a nadie. A un Celta como el que yo estoy imaginando, por supuesto que le veo futuro, y en él, a mi familia.

-¿Le ilusiona esa posibilidad si es capaz de desarrollar su idea?

-Claro. Fíjate si me ilusiona que sigo adelante con el proyecto. Porque sigue habiendo proyecto. No sé qué pasará si no llegamos a ningún acuerdo con el Ayuntamiento o si el partido que esté en ese momento en el poder en la Xunta no nos da los permisos. No sé lo que podría pasar, pero mientras tenga esa esperanza, esa ilusión de que se puede conseguir, ahí voy a estar. Y si después de conseguido alguien de mi familia quisiera continuarlo, sería una doble satisfacción para mí.

-También ha sido una temporada de satisfacciones. ¿Qué valoración hace de ella ahora que acaba de terminar?

-Ha sido muy buena, aunque con ciertos matices. Pero muy buena en todos los aspectos deportivos, no solamente en el primer equipo aunque nos enfoquemos en él como tema principal. Es fundamental, pero la cantera también nos ha producido muchísimas satisfacciones. Es importante que el Celta B entrara en los play-off y que ganáramos la liga en categorías inferiores, cosa que no se consigue fácilmente. De hecho, creo que somos el único club en España que lo ha logrado.

-Ahora la pretemporada es uno de los temas que tienen que resolver de inmediato. ¿Qué opciones barajan?

-Tenemos muchas ofertas y nada decidido. La oferta que nos está gustando más es la de Inglaterra y estamos viendo con qué equipos, pero dependerá de que el entrenador le dé el visto bueno. Ha ocurrido una cosa muy importante, que es que antes nos costaba buscar equipos para venir o ir nosotros fuera y ver que ahora es al revés y recibimos ofertas nos hace pensar que nuestro prestigio fuera de Vigo es importante.

-Otro de los temas pendientes de futuro es el contrato con Adidas. ¿Se renovará?

-Ya está renovado. De hecho, estamos haciendo la tienda nueva y está todo preparado para Adidas.

-Mencionaba la tienda. La de Balaídos también les ha dado más de un quebradero de cabeza.

-Sí, tanto que no hay compañía de seguros en Vigo que cubra la ropa y corremos nosotros el riesgo. Si hay una inundación, la perdemos, porque las inundaciones eran constantes y eso que estaba a ras de suelo. O confiamos en el cambio climático o esos problemas le vienen al Celta.