Celta-Manchester United: A por una demostración de afouteza

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Alineaciones probables del Celta-United

El Celta pretende dar el primer paso hacia la final de la Europa League manteniendo su personalidad

04 may 2017 . Actualizado a las 13:08 h.

A principios de julio del año pasado el Celta se propuso enseñarle al mundo el significado de afouteza y nueve meses después, al menos toda Europa ya tiene claro a qué obedece el vocablo. Afouteza es el camino más corto para que los sueños de la familia celeste se hagan realidad.

Afouteza era una palabra perdida en el himno celeste cuya composición se le atribuye a Gonzalo Monasterio, quien también se encargó de darle forma a la canción del Las Palmas. Fue Eduardo Berizzo quien la rescató para ponerle nombre a todo lo que representa el Celta desde su llegada y especialmente en esta última temporada. Cargada de sensaciones y de retos conseguidos. Especialmente en la Europa League.

Dice el diccionario que afouteza es sinónimo de valentía, osadía, audacia, decisión y energía. Todas esas palabras con su correspondiente traducción sirven para describir a un Celta de autor que ya tiene sitio en la historia celeste y que esta noche disputará su primera semifinal de una competición continental. Además, ante el Manchester United.

Los vigueses han llegado hasta aquí porque desde el primer momento decidieron retar desde el respeto a cualquier equipo, por grande y superior que fuera. Eso es valentía.

Lo han hecho con osadía apostando por jugar en campo contrario, con la presión alta y discutiéndole el balón a todos, sin mirar el escudo ni la nómina rival. Madrid, Barcelona y Shakhtar incluidos. Y lo volverán a hacer esta noche por mucho que el equipo más rico del planeta fútbol esté enfrente luciendo un palmarés envidiable.

La audacia la ha puesto Berizzo con su plan. Llegó con una idea de fútbol determinada, que bebía de la fuente del bielsismo pero solo en el trazo grueso. Los detalles, los que marcan la diferencia, llevan el sello de su fútbol. Tan inconfundible como seguido por un grupo de futbolistas que creen a ciegas en una idea determinada. Peculiar para muchos, genuina para otros y efectiva a la vista de los resultados.

La decisión es mérito del club. De apostar por una idea y por un patrón de juego definido. Eusebio protagonizó el kilómetro cero, Herrera puso los cimientos, Luis Enrique se encargó de comenzar la edificación y Berizzo construyó un equipo que se ha ganado el respeto a base de combinar resultados y juego. Un ciclo dorado edificado sobre las cenizas de la ley concursal.

Por encima, a la pundonorosa manera de entender el fútbol, con marcas individuales, y con un ritmo trepidante, no le ha faltado energía. Las famosas rotaciones han hecho posible que un equipo de fondo de armario limitado sea capaz de llegar a la contienda número 55 del curso en plenitud de condiciones.

Por eso para enseñarle al United y al resto del mundo la plasmación práctica de afouteza apostará por su once de gala, exactamente el mismo que dejó por el camino al Genk y con la misma idea de juego. De tener el balón, de atacar con cabeza y de minimizar las pérdidas ante un rival que pese a su impresionante plantel parece tener en el contragolpe su principal recurso. Y que se ha rearmado de cara a la batalla de Balaídos en una competición en la que tienen la obligación de ganar.

Una fuerza que también llega de la grada. Porque sobre la afouteza ha surgido una nueva generación de celtistas que ha visto cómo la leyenda del sueño y el soñador no es un relato que solo pudo tener un final feliz en Rancagua. Los valientes también habitan a este lado del Atlántico. Por eso esta noche quieren dar el primer paso hacia la final.