El Sevilla ya pagó el peaje europeo

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

Al rival del Celta le pasó factura en Liga competir en Europa el año pasado

26 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Dice Jozabed que el Sevilla, con cinco trofeos de la Europa League en sus vitrinas, las tres últimas consecutivas, es un buen espejo en el que mirarse para el Celta en lo que a la competición continental se refiere. «La ha ganado muchas veces y habla del gran club que es y lo bien que lo ha hecho los últimos años, ojalá nosotros podamos conseguir la primera», deseaba ayer el sevillano. El equipo hispalense conoce al dedillo el camino que conduce a la ansiada final, pero también sabe que a veces pelear por el trofeo conlleva un peaje en la Liga. Justo lo que le está sucediendo al Celta esta temporada.

La campaña pasada, la última de Unai Emery en el banquillo, el Sevilla solo fue capaz de sumar cuatro puntos de los últimos 27 que puso en juego. Es decir, cuando llegó el momento de apostar fuerte, a partir del mes de abril, el hoy entrenador del Paris Saint Germain lo fió todo a una Europa League que acabó ganando y que sirvió a los sevillanos para entrar en la Champions. En Liga concluyeron séptimos con 52 puntos, solo cuatro más que un Málaga que ya se quedó fuera del calendario internacional. Fue su peor registro de las últimas campañas. El año anterior había sido quinto con 76 y en la campaña 13/14 había alcanzado los 63. Estos años también había alzado la Europa League, pero sin el peaje casero.

«No podemos dejar la Liga de lado y quedar mal clasificados por centrar nuestras fuerzas en el partido de UEFA, sería un error. No merecemos quedar en mala posición en liga por no habernos centrado en el último mes de competición», alertaba ayer Jozabed. Pero ser competitivos en pleno abril o mayo, con cincuenta partidos encima, es complicado incluso para vestuarios tan largos y de tanta calidad como el que dirigía Emery el curso pasado.

Nzonzi, Iborra, Banega o Vitolo eran algunos de los nombres del once titular de un Sevilla que tenía en el banquillo a gente como Konoplyanka, Reyes o un Krohn-Dehli que desde su marcha de Vigo ha estado perseguido por la desgracia de las lesiones. Ni siquiera semejante fondo de armario sirvió al Sevilla para hacer más puntos en la recta final de la temporada, en la que solo fue capaz de ganar 2-0 al Betis en el derbi y empatar con el Deportivo en el Pizjuán. Real Sociedad, Valencia, Sporting de Gijón, Espanyol, Granada o el Athletic, que se cobró la revancha de la eliminatoria europea, hicieron morder el polvo en el campeonato doméstico al ganador de la Europa League. Entre medias de esos duelos, los de Emery habían despachado de Europa a los de Valverde en los cuartos de final y al Shakhtar en la semifinal. Esta temporada ha sido el proio Celta el encargado de frustrar los sueños europeos de los ucranianos, cargados de calidad y de millones.

Este jueves, cuando Berizzo arme su once en el Pizjuán, es muy probable que saque toda la artillería, pero la prioridad está clara. Tras quedarse a las puertas de la final de la Copa del Rey, el objetivo del Celta este año se llama Europa League.