El maratón pasa factura al Celta

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

GENYA SAVILOV

El Tucu Hernández tiene casi imposible llegar a la cita ante el Krasnodar y Rubén Blanco estará tres semanas parado por una recaída de la lesión anterior

07 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque los cuidados y el control de los esfuerzos son máximos, el bestial calendario que vive el Celta esta temporada comienza a pasar factura. Los vigueses completaron en el Camp Nou el partido número 41 del curso, el décimo séptimo de 2017 y semejante maratón tiene daños colaterales en forma de lesión. Dos ecografías y una resonancia posterior confirmaron que el Tucu Hernández sufre una rotura de bajo grado en el sóleo de la pierna derecha y su concurso ante el Krasnodar está casi descartado, mientras que Rubén Blanco ha recaído de la lesión anterior y tiene para un período entre dos y tres semanas.

Hernández, uno de los jugadores más utilizados por Berizzo y que además tiene el trajín de las convocatorias con la selección chilena, jugó por última vez en Gijón (los últimos 21 minutos). Desde entonces ya se perdió los partidos con el Espanyol y Barcelona y aunque en un momento se apuntaba a una elongación, al final arrastra una pequeña rotura.

El cambio de diagnóstico vino generado por las dos ecografías realizadas al centrocampista en otros tantos días. «Repetimos la prueba a las 24 horas y el edema había aumentado mucho, entonces preferimos hacer una resonancia y vimos que tenía una rotura de bajo grado, que es una lectura de buen pronóstico y tenemos que pararlo. En teoría es una lesión de 10 o 12 días desde que se produjo y de cara al jueves tenemos dudas de cómo va a estar, lo iremos viendo en el día a día», comentó Juan José García Cota, el jefe de los servicios médicos del club. Mañana se someterá a una nueva ecografía «pero pienso que va a estar complicado». En el mejor de los casos no podría trabajar con el grupo hasta la víspera del partido.

Rubén Blanco ya está descartado por completo hasta el regreso del parón de selecciones. El mosense tuvo que golpear 28 veces el balón con la pierna derecha en el partido ante el Espanyol, y ese fue el detonante para que recayese de la lesión en rl recto anterior del muslo derecho. «No es normal que un portero golpee tanto el balón en un partido, y que en ese gesto el recto anterior es el músculo que más trabaja. Esa fue la desgracia, si no no habría pasado nada, pero ahora tenemos que tratarlo. Lo tomamos como una recaída de la lesión anterior y vamos a tener que ser mucho más cautos en la vuelta a la competición, sobre todo en lo que respecta a los golpeos», comentó García Cota después de saber que la ecografía practicada desvelaba que la dolencia iba más allá de una simple molestia. Rubén podría seguir entrenando sin golpear, pero jugar un partido sería imposible. Para el mosense es la cuarta lesión en el plazo de un año y medio. 

Los controles

Los dos son la punta del iceberg en un equipo que mantiene un buen tono físico pero que puede pagar semejante esfuerzo. «Es normal que debido al número de partidos que llevamos haya gente con cargas musculares. El entrenador es consciente de este tema, por eso tanto en los entrenamientos como en los partidos se intenta descargar un poco a la gente. Los que más encuentros juegan muscularmente están más afectados».

Los vigueses llevan un control absoluto de todos los esfuerzos. A nivel objetivo, «con los sistemas electrónicos que los jugadores llevan en los entrenamientos para saber el sufrimiento que tienen» y a nivel subjetivo. El parón de la segunda quincena de marzo podría ayudar a paliar el cansancio, pero muchos de los integrantes de la plantilla tendrán cita internacional. Roncaglia ha sido el primer convocado.

Tratamiento con factores de crecimiento para Radoja

Nemanja Radoja, otro de los centrocampistas célticos, la demarcación más castigada en cuanto a minutos, continúa acumulando partidos aunque a veces sufre algunas molestias. Para recuperarle de la mejor forma posible, el serbio recibe un tratamiento en la rodilla de factores de crecimiento en fechas concretas que selecciona el cuerpo médico del club. Ayer fue uno de los días elegidos y por eso no entrenó.

«Tiene unas molestias que son reincidentes, que son de una zona de inserción en la rótula que a veces no da ningún problema pero de vez en cuando molesta, y entonces le hacemos ese tratamiento», comentó Juan José García Cota, que en este casi si ve al serbio para jugar ante el Krasnodar.

El tratamiento con factores de crecimiento es uno de los revolucionarios métodos de recuperación en el mundo del fútbol. Se trata de una técnica de regeneración celular que acelera el proceso de cura de las lesiones musculares, tendinosas y articulares. En el caso de Radoja, padeció problemas de pubalgia a su llegada a Vigo (de hecho fue intervenido) y en las últimas fechas arrastra una tendinotapía de inserción en el rotuliano derecho, dolencia de la que está siendo tratado en la actualidad y que le ha pasado factura en alguna ocasión en el campo.

Nemanja Radoja lleva acumulado esta temporada 23 partidos de Liga (21 de titular) además de un buen puñado de partidos en la Copa y la Europa League.

Quien ya tiene vía libre, sin limitación de tiempo en los partidos, es Claudio Beauvue, el jugador que ha estado diez meses parado y que tuvo sus primeros minutos en Gijón. «Él está muy contento y si él está contento, los demás estamos más todavía. Se ve bien, no tiene ninguna molestia y lo único que le falta es fútbol, minutos, superar esa sensación de desconfianza que supone para cualquier jugador una lesión de tan largo tiempo».

El resto del equipo está en condiciones para el jueves.