El vestuario, sin miedo a nadie

l.g.c. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Oscar Vazquez

Mallo y Marcelo, felices, sueñan con una final de la que ya se despidió Cristiano

26 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Celta que se ha armado en torno alrededor de Eduardo Berizzo está formado por historias tan dispares como cada uno de sus futbolistas. Los hay veteranos bregados en mil batallas y con títulos en su mochila, como Marcelo Díaz, y los hay que han dedicado toda su trayectoria a defender la camiseta del Celta, a crecer con el equipo, caso de Hugo Mallo. Pero tanto unos como otros compartían ayer idéntica felicidad al eliminar a un Real Madrid en el que ni tan siquiera su figura, Cristiano Ronaldo, arruinó el sueño celeste.

«Nos merecíamos una alegría así», proclamaba el capitán del Celta nada más acabar el partido. Para Mallo, que se forjó en Segunda y de la mano del Celta está viviendo partidos al alcance de unos pocos elegidos, la Copa es un reto. «Hemos sufrido pero nos hemos ganado el derecho a soñar». Él fue uno de los hombres de la noche en el Celta. Frenó el ataque del Real Madrid por su banda y asomó al ataque. Como le ha insistido Berizzo y le había animado Luis Enrique, con el que podría incluso toparse en la semifinal. «Atlético y Barça son de otro nivel, pero nosotros queremos disfrutar, que no se quede aquí solo. Soñar con una final».

En lo que a finales se refiere, Mallo puede ser un imberbe -aunque ya tiene cierta experiencia, como con la selección sub-20 o con el Celta jugándose el tipo- frente a un tipo como Marcelo Díaz, con títulos a sus espaldas y acostumbrado a cargar con la responsabilidad. Él, tras un año en el Celta, sueña con lo mismo que Hugo. Con una final que el Celta tiene más cerca tras el partido de ayer. «Vamos a pelear sea quien sea el rival, sacrificándonos y esforzándonos», marca como camino el futbolista cuando mira al futuro.

A esa final ya no podrá aspirar Cristiano Ronaldo, el hombre que genera expectación allá por donde va pero que no fue capaz de conducir a su equipo a la siguiente ronda. La estrella salió de Balaídos con menos brillo.