Mouriño saca adelante las cuentas y reitera su petición de un «mayor arraigo del club en la ciudad», en referencia al proyecto del estadio
12 dic 2016 . Actualizado a las 22:28 h.La junta general ordinaria y extraordinaria de accionistas del Celta ha aprobado por amplia mayoría (99,2 %) un presupuesto ligeramente superior a los 77 millones de euros para la temporada 2016-17, lo que supone 22 millones más que en el ejercicio pasado y un nuevo récord en la historia del club que preside Carlos Mouriño, quien reiteró su proyecto para el Celta que pasa por el futuro del estadio de Balaídos.
«Balaídos lo necesitamos para no depender de nadie y para estar en igual de condiciones con el resto de los clubes. Nos hemos cansado de hacer propuestas porque todas han sido rechazadas. Si no nos quieren vender Balaídos, que nos permitan construir un estadio nuevo en Vigo. Sólo necesitamos un permiso. Nosotros lo haríamos por 50 millones», comentó el dirigente celeste.
El crecimiento en el presupuesto responde a una previsión de ingresos mucho mayor, que según explicó la directora financiera, María José Herbón, provienen de la televisión (más de 47 millones de euros) y del traspaso de Nolito al Manchester City (15 millones de euros).
La directora financiera, quien se encargó de presentar las cuentas, destacó que el Celta ha ido en los últimos años reduciendo «notablemente» su deuda concursal hasta dejarla «en sólo 700.000 euros», y que cerró el ejercicio anterior con 9,8 millones de euros de beneficio, casi siete millones por encima de lo previsto.
Herbón desveló, además, que han contabilizado un gasto cercano a los 26 millones de euros en los fichajes de jugadores como Iago Aspas, Daniel Wass, Drazic, Pione Sisto y Facundo Roncaglia, y que la prima por lograr la clasificación para la Europa League ha ascendido a 2,3 millones.
La junta de accionistas se celebró en el auditorio Mar de Vigo, con asistencia de socios que representaban el 61,12 % del capital. Tras la aprobación de las cuentas, Mouriño reiteró que tras 10 años de «objetivo alcanzado» y un «arduo trabajo» para solucionar la situación económica del club, quiere un proyecto que refleje un «mayor arraigo del club en la ciudad», en referencia al futuro del estadio de Balaídos y la sombra de la venta del Celta a empresarios chinos.
dijo que para él lo más fácil sería «firmar un papelito, recoger un cheque y marcharme a un retiro dorado», pero que hasta que se lo permitan seguirá trabajando para dotar a la entidad de una «estructura» con la que poder competir «en igual de condiciones» con el resto de los clubes de Primera División.
«Qué necesidad tengo yo de hacer esto -se preguntó Mouriño-. Absolutamente ninguna. Pero quiero hacer un Celta grande y voy a pelear por conseguirlo. He dejado diez años de mi vida aquí. Sé que no sirvo para esperar resultados todos los fines de semanas. El Celta tiene que ser algo más que un equipo de fútbol, tiene que ser un club», manifestó.