El acuerdo de venta del Celta ya está firmado y solo resta ceder las acciones

M. S. D. / X. R. C. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Carlos Mouriño y su consejo de administración cesarán en sus cargos en el momento que se haga efectiva la transacción.
Carlos Mouriño y su consejo de administración cesarán en sus cargos en el momento que se haga efectiva la transacción. M.MORALEJO

Una «due diligence» en curso debe comprobar que el valor de los activos se ajusta a la realidad

08 oct 2016 . Actualizado a las 18:47 h.

El acuerdo de venta del Celta al holding chino CITS está firmado desde hace al menos un mes y pendiente de la transacción de acciones para que la operación sea efectiva. Del mismo modo se está procediendo a una due diligence para comprobar que el valor de los activos recogido en el entente se ajusta a la realidad, una cuestión importante teniendo en cuenta la necesidad de justificar la inversión ante el gobierno chino según informaron fuentes próximas al acuerdo.

De un modo paralelo, y hasta que la cesión de títulos se haga efectiva, continúa el intento de compra de participaciones a los accionistas medianos ya que las empresas del gigante asiático nunca compran por debajo del 80 %. Que el proceso esté tan encaminado tampoco es sinónimo de que el cambio de dueño vaya a ser inminente, porque los plazos todavía se pueden alargar durante unos meses.

Aunque la caja de la sucesión se destapó en el Celta en la primera semana de septiembre en una comparecencia pública de Carlos Mouriño, entonces el asunto ya estaba encaminado. Los movimientos para encontrar un comprador chino para la entidad viguesa se remontan a seis meses atrás con el equipo alcanzando su cénit deportivo (sexto en la Liga y clasificado para la Europa League). Más tarde el grupo CITS solicitó una auditoría de las cuentas del club y el proceso negociador alcanzó su punto álgido hace más de un mes cuando se firmó el acuerdo de venta entre el accionista mayoritario del club y los emisarios del consorcio chino que pasará a ostentar el control del Celta.

Que el acuerdo esté firmado invita a pensar que no hay marcha atrás en el proceso, pero no es el último paso para que el cambio se haga efectivo. En estos momentos se está llevando a cabo una due diligence, algo habitual en este tipo de operaciones, encargada por el holding chino para comprobar que el valor dado en la negociación a los diferentes activos del club se ajusta al precio pactado.

En el acuerdo se incluyen todos los bienes del Celta, desde la futura sede de Príncipe y las instalaciones de A Madroa, hasta el propio estadio de Balaídos. En este aspecto, hay que recordar que el Concello, propietario de la instalación, se guardó una cláusula de salvaguarda para cambiar el convenio si hay cambio accionarial antes de junio del 2034, el año que finaliza el actual convenio firmado en tiempos del proceso concursal del club.

El único bien no que aparece reflejado es la sede actual de Praza de España, que el Celta tiene en régimen de alquiler y que abandonará tan pronto como se pueda mudar a su propiedad en Príncipe. En la valoración también entra la marca, la plantilla y los ingresos fijos.

La due diligence, al mismo tiempo, es un documento fundamental para que CITS pueda justificar la inversión ante el Gobierno chino, ya que la aportación estatal es fundamental en una operación que en ningún caso estará por debajo de los 100 millones de euros. 

Acciones, más de 80 %

De un modo paralelo a la due diligence, que todavía podría tardar un par de meses, se libra la batalla por hacer acopio de acciones desde el entorno del accionista mayoritario. Los chinos nunca compran empresas por menos del 80 % del pastel accionarial y desde hace tiempo un intermedio vigués viene ofreciendo 12 euros (que ha sufrido un pequeño incremento) por título a los propietarios con paquetes significativos. La clave de todo el proceso para llegar a eso 80 % sigue estando en los 8,3 de Diego Placente a través de la empresa Play International.

El tercer frente abierto hace referencia a dos operaciones de ampliación de capital. La primera, que se hará todavía bajo la presidencia de Carlos Mouriño, tendrá como objetivo que el presidente capitalice los 8,1 millones de euros que tiene pendientes de cobro del club, una cantidad que elevará de un modo importante su 52,2 % actual, lo que unido a los títulos que está adquiriendo su entorno puede aproximar el pastel accionarial al 80 %.

La segunda ampliación ya será con los nuevos dueños en el club en una operación que seguramente les acerque al 100 % de los títulos, reduciendo a la mínima expresión al reguero de celtistas que compraron acciones en la conversión en SAD o en la posterior oferta de Fernando Sales.