Mouriño inicia el proceso sucesorio

GRADA DE RÍO

M.Moralejo

El presidente y sus hijos estudian su relevo al frente del Celta; la venta, que alguien de la familia tome el mando o un presidente ejecutivo son las posibilidades; Chaves sería su opción, pero no parece factible

10 sep 2016 . Actualizado a las 12:36 h.

A principios del mes de julio Carlos Mouriño se sinceraba en una entrevista en La Voz. Aseguraba que la ilusión que mantenía viva su proyecto al frente del Celta había recibido un duro golpe con la imposibilidad de poner en marcha la ciudad deportiva. Dejaba caer que su salida podía estar próxima, y ayer, en un desayuno informativo, habló del tema de manera abierta. «Lo digo con toda la tranquilidad del mundo, en este viaje [llegó el miércoles de México] planteé con mis hijos la continuidad o no en el club, de qué forma podríamos continuar en el club. No tomamos ninguna decisión al respecto», pero sí están «considerando» las posibilidades que hay.

Mouriño tiene claro que quiere que su marcha sea «sin traumas y con calma», y pone sobre la mesa las opciones que valoró con su familia. «Se pueden barajar tres posibilidades. Una, que alguien de la familia venga a hacerse cargo del club; dos, que se venda el club; y tres, que se nombre un director general o presidente ejecutivo».

Sobre una posible venta, hasta el momento no hay nada serio, aunque sí ha habido propuestas. «A día de hoy no hay nada en firme. Es cierto que hemos recibido dos ofertas poniendo cantidades, no hemos hecho nada más que eso. No tenemos el interés todavía de poder hacerlo o no hacerlo. Primero la decisión la tienen que tomar mis hijos conmigo», insistió Mouriño.

La opción de que alguno de sus vástagos asuma el control no es fácil, reconoció el presidente céltico. «Lo veo muy difícil porque allá en México hay un conglomerado de empresas enorme y no sé si alguno está dispuesto». El mandatario tiene claro que «si le dices a alguno de mis hijos 'te vas para España', encantados. Nacieron aquí, sienten al Celta. Pero hay que valorar muchas cosas». En México están todas las empresas que forman parte del Grupo GES, en el que los hijos de Mouriño están involucrados, y a nivel familiar han echado raíces en territorio campechano, por lo que no es muy factible que alguno esté dispuesto a tomar el relevo de su padre.

La vía de Antonio Chaves

La tercera vía, el nombramiento de un director ejecutivo, sería la opción que más satisfaría a Mouriño si el actual director general céltico, Antonio Chaves, asumiese el cargo, algo que según Mouriño Atanes es altamente improbable.

«Si a mí me dicen que Chaves se queda en el club, me iría con la mayor tranquilidad del mundo mañana mismo y el club quedaría en manos de Chaves perfectamente», afirmó el presidente, que destacó que el de O Grove «ha sido una persona tremendamente importante para mí, pero yo creo que más importante para el Celta». El problema es que, según Mouriño, Chaves ya le trasladó hace tiempo que su período como director general del Celta tenía caducidad: cuando el presidente se marchase, él se iría. «Dijo, ‘En el momento que tú te marches, yo me voy’. Unimos nuestro destino juntos el tiempo que estuviéramos en el Celta», lo mismo que el resto de consejeros de Mouriño, que le han trasladado que cuando él deje el club, también se irán.

El presidente céltico insiste en que la decisión que se tome será siempre la mejor para el Celta, por encima del interés personal o familiar, y no pone fecha para el adiós. «Pueden ser dos días, dos meses o dos años. Esto fue una primera reflexión. Tengo cierta edad y hay que empezar a dar los pasos para que la sucesión sea lo menos traumática posible».

Una ampliación de capital podría ser el destino de los 8,1 millones prestados

Carlos Mouriño hizo en su momento un préstamo al Celta por valor de 8 millones de euros con el objetivo de inyectar fortaleza en las arcas del club. Eso fue hace más de un lustro, y aunque en los últimos tiempos las finanzas del Celta ya arrojaban saldos positivos, no se apuró a recuperar su dinero. De eso también habló con su familia. «En esa reflexión con mis hijos les propuse que vieran la posibilidad de que la empresa no recuperara el dinero que se le debe, sino que se hiciese una ampliación de capital para que nadie piense en nada raro». Mouriño no quiere que los socios del Celta piensen que el club no invirtió más dinero en fichajes para que él pudiese recuperar sus ocho millones. «No sé si mis hijos lo aceptarán o no».

El mandatario céltico detalló que «es la primera vez que me siento con mis hijos a hablar del futuro del Celta. Les dije que si lo veían conveniente se hacía ampliación de capital pidiendo permiso a la asamblea y no recuperamos el dinero. No queremos ningún tipo de problema en ese aspecto, pero sí que estamos ya metidos en un proceso de análisis». Si esta posibilidad sale adelante, se daría la circunstancia de que se ampliaría un capital de ocho millones en un club que en el 2009 había reducido precisamente su capital social a 3,9. Mouriño en la actualidad ya tiene la mayoría de las acciones del Celta, y, a priori, una ampliación la reafirmaría.

Un presupuesto de 55 millones

Siguiendo con el capítulo de números, Mouriño desveló que el presupuesto para este ejercicio asciende a 55 millones con una previsión de beneficios de 12 antes de impuestos. Los 700.000 euros de la deuda concursal siguen sin pagarse por voluntad propia, ya que podrían hacerlo, pero no lo consideran urgente ya que no genera intereses.

Entre las cifras que desveló el máximo accionista del Celta en su comparecencia también estuvo que desde la temporada 12/13 el club se ha gastado 49 millones de euros en jugadores. En ese año invirtieron 10 millones, en la 13/14, dos; en la 14/15 se alcanzaron los 11 y la pasada llegaron a los 20 (contando a Naranjo y Álvaro Lemos, fichados a finales del ejercicio económico). En el ejercicio 16/17 llevan invertidos 6,8 millones.

Se dispara el coste de equipo

El coste de la plantilla del Celta se ha disparado en el último lustro. Esta temporada el club ha reservado una partida de 38 millones de euros para atender el coste generado por el vestuario; se trata de 13 millones más que el año pasado. En el curso 11/12 había sido de 5,2 millones.

Mouriño lo atribuye a que «hemos traído jugadores de calidad» y a las renovaciones. En todo caso, no se salen de las bases celestes.