Las rotaciones de Berizzo en la portería del Celta, en entredicho por el rendimiento
08 mar 2016 . Actualizado a las 15:38 h.Eduardo Berizzo dejó claro desde el primer momento que esta temporada no habría ni portero titular ni suplente. Habría dos metas que irían rotando a lo largo de la campaña sin que tuviesen un rol predeterminado en el equipo. Su palabra se ha traducido en hechos y tanto Sergio Álvarez como Rubén Blanco han alternando bajo palos en Liga y Copa, si bien el de Catoira ha tenido más protagonismo en la competición regular, mientras que el de Mos ha acumulado minutos especialmente en el torneo del KO.
La alternancia en la portería es novedosa no solo para el Celta sino también para su entrenador, puesto que hasta ahora Berizzo siempre había apostado por la continuidad en la meta. En O´Higgins, donde el preparador celeste entrenó entre el 2012 y el 2014, el Toto tuvo primero a Luís Marín como referencia bajo palos y más tarde Paulo Garcés asumió el mando en el puesto de arquero. Ambos eran indiscutibles en la meta para Berizzo, ya fuera en la competición regular o en otros torneos.
En su primera temporada en Vigo el Toto se mantuvo fiel a la idea de la continuidad y Sergio Álvarez fue el titular indiscutible en la competición regular, quedando incluso a medio partido de batir el récord de minutos de Cañizares de la temporada 92/93. Rubén, por su parte, fue el referente céltico en la Copa del Rey.
Rotar a los porteros está siendo algo novedoso para Berizzo, y por lo visto hasta el momento el rendimiento de su apuesta arroja dudas. En lo que va de curso el equipo ha encajado la friolera de 51 goles, de los que 41 los ha recibido Sergio y diez han entrado con Rubén Blanco bajo palos. Siete de ellos en el partido frente al Real Madrid en el Bernabéu.
Ese encuentro, precisamente, ha puesto de nuevo el foco en la portería no solo por la cantidad de goles encajados, sino por el hecho de que Berizzo optó por Rubén justo cuando mejor rendimiento estaba ofreciendo Sergio bajo los palos.
Tras una temporada discreta de ambos guardametas, el Gato encadenaba varios encuentros en los que su participación había sido determinante y que estaban redoblando su confianza. Todo apuntaba que las rotaciones esperarían al menos hasta después de la visita a Chamartín, pero el Toto optó por dar un voto de confianza al portero de Mos en vez de apostar por prolongar el buen momento de Sergio.
Si bien el problema ante el Real Madrid fue colectivo y no se puede achacar a la actuación de Blanco, lo cierto es que queda la duda del rendimiento que el Gato podría haber dado en el coliseo madridista, donde el balón parado acuchilló a los jugadores célticos.
El balón parado
El balón parado está siendo un enemigo letal para la portería del Celta, que ha recibido una decena de goles con la pelota parada. El Bernabéu es hasta el momento el capítulo que más saca los colores a los porteros y a la defensa viguesa en ese capítulo, ya que Pepe y Cristiano Ronaldo, en dos ocasiones, hicieron sangre de un equipo que echaba de menos centímetros y más confianza en la portería. Porque ese capítulo, el anímico, tampoco está ayudando bajo palos.