El primer rival copero del Celta es ahora mismo colista de segunda y está pasando por una situación angustiosa
01 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El Almería no está para copas, aunque tampoco renunciará a una hipotética machada ante el Celta. Los inquilinos del estadio de los Juegos del Mediterráneo acumulan 12 jornadas consecutivas sin ganar y son colista de Segunda División, aunque a solo tres puntos de salir de la zona de descenso.
El recién descendido está atenazado por los nervios. Cada vez que se pone por delante en el marcador le entra vértigo y acaba cediendo ante cualquier contrincante. Le pasó el pasado fin de semana ante el Numancia. Porque los almerienses no son capaces de ganar desde la jornada 3, cuando derrotaron a Osasuna. Antes, en el estreno liguero, lo habían hecho a costa del Leganés. En ambos casos con un juego que invitaba a la preocupación y que derivó en una cuesta abajo que pone en peligro no solo el retorno por la vía rápida a Primera, sino que incluso el proyecto se tambalea. De entrada, ya han cambiado de entrenador, pero Joan Carrillo tampoco ha conseguido enderezar el rumbo.
En segundo plano
Con este preámbulo la visita del Celta no ha levantado la más mínima expectación y desde Almería indican que jamás el torneo copero había estado en un segundo plano tan obvio. Su situación no permite despistes.
De entrada se especula con la presencia en el once de los rojiblancos de dos jugadores del filial: Joaquín, que actúa como centrocampista, y Josema, central. En el caso del zaguero, aunque a priori no contaba para el once, puede tener su oportunidad ya que Cuéllar y Fran Vélez, los habituales en Liga, están tocados. También se da por hecho el cambio en la portería pese a que Julián, el meta suplente, sale de una lesión. Casto, el titular, también arrastra un esguince.
No obstante, este panorama tampoco puede llevar al equívoco al conjunto vigués, que tres años atrás, aunque en otras circunstancias, vio como los almerienses se imponían por 2-0 en el partido de ida, en la misma eliminatoria, y después necesitó de una prórroga para apear a los rojiblancos.
Hace apenas unos meses, en la Liga, el Celta se dejó en el Juegos del Mediterráneo todas sus opciones de clasificarse para la Europa League al pasar de un 0-2 a un 2-2 por la vía rápida. Otro motivo para desconfiar de una eliminatoria que los vigueses están obligados a superar.