«El Barcelona es el mejor equipo del mundo, pero en ilusión no nos gana»

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

ALBA PEREZ

El mediocentro Augusto Fernández piensa que aun pueden mejorar el nivel del primer acto de Sevilla

22 sep 2015 . Actualizado a las 11:05 h.

Augusto Fernández (Pergamino, 1986) recoge los elogios que ha recibido el Celta después del partido de Sevilla con cautela y pasando página, convencido de que pueden repetir la actuación ante el Barcelona, a quien le discutirán el balón porque el estilo del cuadro celeste no entiende de rivales.

-Parece que todo el mundo ha descubierto de repente que el Celta juega de maravilla.

-El fútbol es así y cuando le ganas a un equipo de renombre como el Sevilla, con una gran historial en los últimos años, es lógico que tenga más trascendencia y que todo el mundo lo vea, pero lo importante es que lo sepamos nosotros y lo que nosotros hagamos en cada partido. Nosotros tenemos un compromiso con una idea que tratamos de llevar a cabo en cada partido con independencia del rival de turno.

-¿Es de los que piensa que el elogio debilita o no?

-Soy de los que piensa que hay que tener cautela a la hora de recibir el elogio. Nunca es bueno irse de un extremo al otro, hay que estar en el medio y aceptar el elogio y la crítica, pero no desenfocarte de tu camino. No perder jamás la humildad, porque si en algún momento perdemos la humildad, nos vamos a desviar de este camino.

-¿Qué le dice la frase de Luis Enrique de que el Celta es el equipo más divertido de Europa?

-Nosotros tratamos de hacer nuestro fútbol. Creo que el domingo hemos dado un paso y hemos impuesto lo que queremos y lo que quiere el entrenador, que es llevar el peso del partido, pero cuando el Sevilla, por calidad individual y por empuje, se fue arriba, también supimos sufrir. Hay que estar preparados para todo. Creo que el equipo más divertido lo debe tener el que tiene a los mejores jugadores, y ese es el Barcelona.

-¿El Celta tocó techo en cuanto a juego en el primer tiempo de Sevilla?

-Siempre hay que intentar imponer lo que hicimos en el primer tiempo, luego lo difícil es mantenerlo, pero el desafío siempre es ese y mejorar se puede mejorar siempre. Uno nunca se puede conformar porque siempre hay cosas que corregir y siempre se puede hacer mejor. El reto también es mantener ese fútbol el máximo tiempo posible, pero cuando no se puede hay que ponerse el otro traje.

-¿Es el mejor escenario para soñar con hacerle daño al Barcelona?

-Nosotros siempre tenemos ilusión. Hemos demostrado siempre que respetamos a nuestros rivales, pero también nos respetamos a nosotros mismos y cada partido vamos a tratar de hacer lo que entrenamos y lo que queremos hacer, que es llevar la iniciativa y tener la posesión. Anímicamente estamos muy bien y eso también juega un rol importante.

-¿Tras ganar el año pasado en Barcelona hay la cuenta pendiente de ganar en Balaídos?

-Ya le hemos sacado algún empate en Vigo. Nosotros siempre nos preparamos de la misma manera. Siempre tenemos la ilusión y si tenemos que morir, elegimos morir con nuestras armas. El Barcelona es el mejor equipo del mundo, pero en ilusión no nos gana.

-¿Cómo ve a los dos argentinos del Barcelona?

-Qué puedo decir de ellos. Que son dos grandes jugadores tanto Messi como Javier. No voy a descubrir nada de ellos.

-Da la impresión de que tiene similitudes con Marscherano.

-Con Marscherano he tenido la oportunidad de estar en la selección, lo conozco desde River porque compartí pensión (en el año 2000) con él y si hay algo que siempre admiré de él es que siempre juega igual. Da igual que sea un entrenamiento, un partido de Liga o la final de la Champions, su intensidad no varía nunca, ni durante los 90 minutos de juego. No creo que tenga nada de parecido, pero sí trato de vivir el fútbol de esa manera y lo vivo también al máximo.

-Pero la intensidad que usted le mete al fútbol es la misma...

-Pero seguro que él tiene más condiciones que yo, por eso está en donde está, pero para mí no hay otra forma de entender al fútbol que no sea esforzándome al máximo de mis posibilidades. Las cosas pueden salir o no, pero a casa me tengo que ir vacío porque no me lo perdonaría.

-¿Por dónde piensa que pasa el partido del miércoles?

-Nosotros sabemos que si no somos intensos o perdemos esa tensión en una parte del partido somos un equipo que de la manera juega, tan vertical y tan vertiginosa, tan mano a mano, nos hacemos más débiles, por eso que la clave está en mantener la intensidad y la tensión durante todo el encuentro y a eso agregarle en lo posible tenencia de pelota y tratar de hacerle daño al rival. Sabemos que ellos van a luchar por la posesión, pero daremos batalla y para eso será muy importante el trabajo que hagamos en la mitad del campo.

-Habló de los silbidos la semana pasada, ahora que todo son elogios, ¿qué recibimiento se espera mañana en Balaídos?

-La semana pasada me manifesté para unos pocos, porque yo ni me había dado cuenta de los silbidos. No soy de esperar nada, pero sé que la gente va a estar como estuvo siempre en Balaídos. Nunca me ha decepcionado Balaídos, que ha estado con nosotros hasta los peores momentos desde que peleábamos el descenso. Sé que van a estar con nosotros.