El celtismo se instala en Mozambique

GRADA DE RÍO

El mozambiqueño Vivaldi Nobela es uno de los impulsores del colectivo celeste de su país.
El mozambiqueño Vivaldi Nobela es uno de los impulsores del colectivo celeste de su país. CEDIDA

Un informático originario del país y un médico vilalbés que investiga allí son los artífices de la futura peña celtista

28 ene 2015 . Actualizado a las 20:04 h.

Alberto García Basteiro empezó compartiendo su sentimiento celtista en la Peña de Villalba, continuó en la catalana Blau Cel y ahora planea hacer lo propio en Mozambique. Médico de profesión, su pasión por el equipo celeste le ha acompañado allá donde le ha llevado la vida y su actual destino -donde investiga sobre la tuberculosis- no es una excepción. Por eso desde hace meses viene madurando la idea de crear una agrupación de apoyo al Celta en el país en el que actualmente trabaja. El proceso de creación, que no es sencillo, ya está en marcha.

«La idea es que la  peña esté nutrida principalmente por gente de aquí -cuenta vía telefónica desde su lugar de residencia-. Porque yo estaré un tiempo y luego me iré. Los importantes son ellos», insiste García Basteiro. E incide especialmente en Vivaldi Nobela, un informático mozambiqueño que conoció en el trabajo y al que los kilómetros de distancia que separan su lugar de nacimiento de Vigo no le han impedido vivir el celtismo como el que más. Él está llamado a ser el alma de la peña: «Aquí vivimos muchísimo el fútbol y yo siempre disfruté siguiendo el campeonato español. Mi padre fue funcionario y tenía un compañero de Vigo. De ahí me viene la afición por el Celta», explica Vivaldi. Fue encontrarse ambos, descubrir su afición común y empezar a rondar por sus cabezas la idea de la peña mozambiqueña. 

Pero Basteiro y Nobela -que tiene 33 años y sigue al equipo desde los doce- no son casos únicos. Ellos mismos se han encargado de extender la epidemia celeste entre la gente que les rodea. «La Liga llama la atención y, aparte de Vivaldi y yo, nos empezamos a juntar unos cuantos más para ver los partidos del equipo», comenta Basteiro. Lo hacen ataviados con las correspondientes bufandas y camisetas, pero más de una vez se han quedado compuestos y sin señal de Internet a la que recurrir. «A veces te ves obligado a esperar a que te llegue la información por el periódico. No queda otra», señalan.

El proceso de puesta en marcha de una peña, tal y como confirma el presidente de la federación que las aúna, Pepe Méndez, no es sencillo. Por eso, aunque empezaron hace meses los trámites para oficializarla, todavía no han conseguido esa meta. «En principio somos cinco fundadores, los necesarios para componer la directiva. Pero realmente es Alberto quien se está encargando del proceso», dice Nobela. Su amigo lo confirma. «Hay que traducir los estatutos, hacer el registro de asociación, contar con unos permisos... Se necesitan varios documentos y los trámites van bastante despacio», lamenta. Pero, oficialidad aparte, el celtismo se ha instalado en Mozambique y Vivaldi Nobela se compromete a garantizar que perdure en el tiempo cuando su amigo regrese a España.