El canterano del Celta vuelve a Getafe dos años después de estrenarse en Primera División
24 ene 2015 . Actualizado a las 16:40 h.El Coliseo Alfonso Pérez siempre será un lugar especial para Santi Mina, que debutó en el campo del Getafe en febrero del 2013, de la mano de Paco Herrera. Tenía entonces 17 años. Dos temporadas después regresa al campo azulón cambiado: «He cambiado mucho, especialmente en el cuerpo. Esta semana me enseñaron una foto del debut y tenía cara de niño. También considero que ahora soy más versátil», comenta a sus 19 años y después de aprovechar la Copa del Rey para demostrarle a Berizzo que puede sumar: «Quería aprovechar la Copa para mandarle el mensaje que si quería contar conmigo estaba preparado». Fue de largo el mejor del torneo del ko de los celestes, pero en Cornellá no tuvo el premio de la titularidad, algo que el entiende: «Son decisiones del entrenador y yo solo estoy para sumar cuando el Toto lo estime conveniente».
Preguntado por el partido del lunes en Getafe, espera la reacción del equipo: «El equipo necesita puntos y tenemos que apretar para conseguirlo. Vamos a intentar tener el balón, hacer una presión alta e intentar aprovechar nuestras oportunidades». «Los resultados malos en el fútbol siempre se van a dar, pero no estamos preocupados por esta mala racha. Vamos a Getafe confiados en hacer un buen partido y sumar los tres puntos», comentó Santi Mina.
Una dinámica negativa que, a juicio del canterano, no ha roto la «unión» del vestuario celeste, a pesar de que el prometedor inicio de curso hizo que la afición gallega se ilusionase con luchar por algo más que la permanencia. «Este vestuario siempre se ha caracterizado por su humildad y unión. No hay ningún mal rollo, somos una piña y todos estamos muy unidos. El equipo necesita puntos y sumar ya de tres en tres», manifestó el atacante.