Los gallegos continúan invictos en este arranque liguero y confirman las buenas sensaciones del derbi
27 sep 2014 . Actualizado a las 10:44 h.El Celta continúa invicto. En su versión más resultadista, un gol de Nolito tras asistencia genial de Krohn Dehli en el tramo final del partido concedió a los vigueses los tres puntos que se disputaron este viernes en el Martínez Valero.
Una de las máximas del fútbol, extensibles a casi todos los campos de la vida, reza que jamás se deben tocar las cosas que funcionan. Y este Celta funciona, pero la tortura mental y física a la que fueron sometidos los futbolistas el pasado martes en el derbi fue tal, y los días para relajar las piernas y refrescar la cabeza tan pocos, que Berizzo debió pensar que no le quedaba más remedio que introducir cambios en el equipo para llegar a competir con la intensidad que se les requiere a los aprendices de la escuela de Bielsa. Así, el Toto alineó a Pablo Hernández y a Augusto Fernández en los volantes, a Jonny y a Sergi Gómez en los laterales, y en la delantera a Charles, el goleador del pasado curso, hasta ahora oculto bajo la alargada sombra de Larrivey, que además de buen futbolista es todo un soldado. Cambios simétricos respetando al portero, a los centrales, a los extremos y a Radoja, el encargado de aportar equilibrio al equipo, precisamente, lo que no quería romper el entrenador, un equilibrio heredado que solo ha tenido que calibrar.
Se rompió Augusto
Pero de la misma manera que los jugadores pueden romperse con el exceso de minutos, los que no gozan de continuidad requieren de un tiempo para reencontrarse con las buenas sensaciones con la pelota, y el Celta jugó su partido menos reconocible de la temporada. La falta de ritmo de algunos jugadores y la acumulación de minutos en las piernas de otros quedó en evidencia sobre el césped del Martínez Valero. Augusto, entre algodones desde el inicio de temporada, se rompió en un cambio de dirección. Se marchó dolorido el argentino y dejó su sitio a Krohn Dehli.
La primera mitad fue una suerte de Guerra Fría, con los dos equipos bajo la amenaza constante del rival, pero sin llegar a las manos. Apenas unas pequeñas escaramuzas de Nolito, Jonathas y Rodrigues. La verdadera batalla no se desató hasta la reanudación, momento en el que los dos equipos se decidieron a ir a por el partido; todavía con las reservas lógicas del que tiene un punto que defender, pero al fin con los ingredientes necesarios para disfrutar de un partido de fútbol: centros y remates, córners, faltas y emoción. Nolito, partiendo desde la izquierda, fue el agitador del Celta, el encargado de desmontar a la defensa ilicitana. Pifiaron Orellana y Pablo Hernández en ataque y Fontás en defensa, en un balón que a punto estuvo de introducir en su propia portería. También gozó de una buena ocasión de gol Rodrigues, apareciendo en la frontal en uno de los pocos desajustes gallegos, pero sin llegar a la pifia, el caboverdiano tampoco logró dar en el clavo. Más tarde lo probó Jonathas de espaldas a la portería y de tacón, pero se encontró con Sergio bien colocado. Pudo caer el partido para cualquiera, y quizás lo más justo hubiese sido el empate, pero Krohn Dehli atrajo a la defensa y filtró un excelente balón a Nolito, que no perdonó ante Manu Herrera. Si hace unas semanas, ante La Real Sociedad y el Córdoba, al Celta se le esfumaron cuatro puntos después de tener los partidos ganados, en los tramos finales de los dos últimos encuentros los recuperaron.
Ficha técnica
0 - Elche: Manu Herrera; Damián, Enzo Roco, Lombán, Edu Albacar, Rodrigues, Mosquera, José Ángel (Adrián, m. 77), Víctor Rodríguez (Cristian Herrera, m. 85), Faiçal (Coro, m. 78) y Jontahas.
1 - Celta: Sergio Álvarez; Sergi Gómez, Cabral, Fontás, Jonny, Radoja, Pablo Hernández, Augusto (Krohn-Dehli, m. 25), Orellana, Nolito (Hugo Mallo, m. 90) y Charles (Larrivey, m. 73).
Goles: 0-1, m. 90: Nolito.
Árbitro: Pérez Montero (Comité andaluz). Amonestó a los locales Jonathas, Rodrigues y Adrián y a los visitantes Radoja y Sergi Gómez.
Incidencias: Partido correspondiente a la sexta jornada, disputado en el estadio Martínez Valero, ante 20.900 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. Mediana la primera parte se paró el partido cuando se disparó el riego detrás de la portería visitante.