Dos goles en el descuento hunden al Celta B

GRADA DE RÍO

El filial celeste ganaba por 1-0 en el 92

07 abr 2014 . Actualizado a las 12:05 h.

La crueldad golpeó del modo más virulento al Celta B. Encajando dos goles en el descuento. Como le sucediera al Bayern en aquella final de Champions. El pecado del filial, como en otros muchos días, fue dejar con vida al Sporting B cuando el partido se puso de cara con el gol de Thaylor. Pero una vez más los celestes erraron un penalti y fallaron dos ocasiones clarísimo para matar el partido. Como consecuencia, llegó una remontada fuera de guion ante un rival, además, plagado de bajas.

David de Dios le dio un nuevo ajuste a su sistema y apostó por un 4-4-2 puro en donde mandaba su generación juvenil. Y el resultado fue un primer tiempo dinámico, con intercambio de golpes, en donde el Celta llegó a los dominios de Ayala a base de elaboración mientras el Sporting B en tres patadas se plantaba ante Rubén. De hecho, las ocasiones más claras fueron asturianas. Álex García no marcó a portería vacía y se topó con Rubén, que también sacó un balón prodigioso a Guillermo. Por contra, Borja Iglesias en un par de ocasiones, Thaylor en la mejor combinación, y Antón desde lejos, pudieron marcar para el filial. También Samuel y Yelko, pero estos se toparon con un buen Ayala. No obstante, semejante caudal de oportunidades estaba por encima del fútbol desplegado, a empujones y sin un dominador claro.

La contienda se puso de cara en el arranque del segundo tiempo con el tanto de Thaylor aprovechando un rechace, y pudo quedar sentenciado poco después con un ingenuo penalti que Borja Iglesias erró. Siguiendo con la tradición, a quien se lo hacen lo tira, y el compostelano fue agarrado por un defensor. El problema es que ejecutó por el centro de la portería.

El lance dejó el partido abierto y el filial sportinguista comenzó a crecer y encontrar espacios dentro del área viguesa, especialmente por el centro. Además, los visitantes reclamaron un par de penaltis. Aún así, el Celta B tuvo de nuevo la sentencia en un par de lances superado el minuto 80. Primero en una contra de libro que Samuel remató con una vaselina alta y después una cabalgada de Borja Iglesias con el balón saliendo por un palmo.

Y como en otras ocasiones, el desenlace fue cruel para el filial. En este caso en grado superlativo. Primero con el empate en una sucesión de rechaces en un córner y después con una falta con el tiempo cumplido.