El Celta regala la eliminatoria y su imagen en San Mamés
Entregó el partido desde el banquillo y ofreció un fútbol más que pobre
Vigo / La Voz
El Celta tiró la vuelta de la eliminatoria copera desde el banquillo. Luis Enrique apostó por un once de perfil bajo y acabó entregando el partido y su imagen. Porque acabó encajando cuatro goles en un día en el que el nivel céltico, especialmente de algunos futbolistas, estuvo muy lejos de lo que se espera.
El once
Y Rubén volvió a la portería
Rubén Blanco y Jonathan Vila fueron las sorpresa que Luis Enrique se guardó para la visita a San Mamés. A pesar de que Sergio Álvarez protagonizó un gran partido en la ida, el asturiano priorizó el reparto de minutos entre sus tres porteros y dio la titularidad al meta del filial. Justo por delante Rubén tenía a un Jonathan Vila que vivió su primera titularidad del curso, lo mismo que Madinda.
Colocación
La lógica al margen
A Luis Enrique le gustan los experimentos. Solo así se explica que optara por situar de nuevo a Krohn-Dehli de pivote defensivo en detrimento de un Levy Madinda que respondería mejor a ese perfil. Al gabonés lo colocó por la izquierda, mientras Álex López completaba el trivote.
La defensa
Vías de agua
Los laterales se convirtieron ayer en dos vías de agua por las que el Athletic se movió a placer. Hugo Mallo estuvo muy lejos del nivel que le caracteriza habitualmente, y los de Valverde se aprovecharon de ello, aunque sin descuidar tampoco la zona de Toni, que recuperó la titularidad. Vila, sin ritmo, y Cabral, que se veía en la obligación de multiplicar esfuerzos, completaban una línea que los leones rompían con demasiada facilidad. La entrada de Jonny dio frescura al equipo, pero pronto se contagió del mal día generalizado.
La media
Problemas en el pivote
El trivote celeste no tuvo el día. Con Krohn-Dehli y Madinda con las posiciones invertidas y el danés con un día aciago, el Athletic encontró pocas dificultades para avanzar metros. Además, las constantes malas decisiones de los vigueses se traducían en balones regalados para un Athletic mucho más afinado, intenso y luchador. Tras la expulsión de Hugo el equipo apostó por un 4-4-1 con Madinda y Krohn-Dehli compartiendo el doble pivote, y mostrando al gabonés como el más entonado de los célticos.
El ataque
Sin aprovechar
El Celta no supo aprovechar las contras que generó en la primera media hora, y en el segundo tiempo el ataque brilló por su ausencia. Ni los extremos funcionaban ni Charles conseguía conectar con el balón, convirtiendo en inoperante el tímido fútbol celeste, coartado por un rival mucho más metido y por sus constantes errores.