La remontada se vuelve exigente

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

M. MORALEJO

El Celta dormirá fuera del descenso si encadena su tercer triunfo consecutivo ante el Athletic

03 may 2013 . Actualizado a las 12:23 h.

El Celta busca su tercer triunfo consecutivo en una cita de máxima dificultad. Llega el Athletic, un rival aún pendiente de la calculadora, pero con un elenco de jugadores propios de batallas de mayor calado y con una idea de juego incómoda para el rival más abnegado. El marcaje al hombre de Bielsa se presenta como el principal escollo para que la reacción viguesa siga alimentándose de triunfos imprescindibles.

Porque después de volver a la vida ante el Zaragoza y de dar un paso al frente con el Levante, el Celta necesita seguir creciendo. En estos dos partidos Abel Resino apostó por una idea clara y un once definido. El dibujo no ofrece dudas para esta noche, pero el equipo titular presentará dos novedades obligadas por las sanciones. La primera apunta a Bellvís en el lateral izquierdo por Roberto Lago y la segunda apunta al debut como titular del gabonés Levy Madinda en el sitio de Natxo Insa. A sus 20 años ha convencido al toledano de que tiene sitio. La apuesta por la presencia del olímpico viene generada por la predisposición de Abel a mantener dos mediocentros de contención.

Porque así lo requiere la empresa. El Athletic saldrá a plantear duelos individuales en todas las parcelas del campo, pero también a presionar, a tener la posesión y a atacar. Por eso los vigueses tienen que estar bien pertrechados atrás, dispuestos a sufrir primero y a enseñar sus armas cuando el vendaval rojiblanco se lo permita. Los de Bielsa llegan a Vigo emitiendo las mejores sensaciones del curso, pero sin Ander Herrera, el futbolista que se ha convertido en el termómetro del juego ofensivo de los bilbaínos. Iturraspe, tras cumplir el partido de sanción, será la única novedad en el once.

Los vigueses, liberados de los miedos de su anterior comparecencia en Balaídos, parecen preparados para un partido largo. Para madurarlo a través del tiempo -el Athletic baja el nivel cuando el partido entra en su ocaso- y rematarlo en el momento que se presente la oportunidad. Pero también asumen que necesitan un cambio de marcha para estar a la altura de la exigencia que demanda la contienda.

En su empresa volverán a tener como principal aliado a un celtismo que jamás había estado tan activo. Habrá lleno y recibimiento multitudinario.