Un Celta incapaz de ser fiable en las dos áreas

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Los planteamientos ofensivos le desangran en defensa

06 mar 2013 . Actualizado a las 16:42 h.

De Sevilla el Celta regresó con las manos vacías y con la derrota más abultada de la temporada. Pero también con la sensación de haber protagonizado su partido más ambicioso como visitante en lo que va de campeonato. El 4-1 fue excesivo castigo para un Celta que no supo esconder sus defectos. Al contrario. Las vergüenzas celestes quedaron bien a la vista en un Pizjuán en el que el equipo de Abel Resino mostró las dificultades que tiene para hacer un juego compensado.

El juego

O ataque o defensa

Al Celta le cuesta exhibir un juego global. Cuando el equipo muestra su vena más ofensiva, Varas queda expuesto. Cuando los celestes intentan salvaguardar su portería, las ocasiones de gol se pierden en el limbo. En el partido ante el Granada, durante los diez primeros minutos, se vio a un Celta que basculaba y se movía al mismo son sobre todo el terreno de juego. Sin embargo, fue un espejismo.

La ofensiva

Grandes dosis de ataque

El partido en Sevilla mostró al Celta más agresivo y ambicioso a domicilio de lo que va de temporada. A pesar de que solo Augusto encontró la fórmula para batir a Beto, los números celestes reflejan hasta trece disparos. Cuatro remates vieron portería, ocho se marcharon fuera e incluso uno se estrelló contra el larguero. El Celta, un equipo experto en ver cómo los balones rivales se topaban con el travesaño defendido por Varas, se convertía en víctima en esta ocasión.

La retaguardia

Un sufrimiento

Los números del Celta en ataque tuvieron en Sevilla su respuesta en forma de ocasiones y goles del rival. Los de Unai Emery, ejecutaron siete remates a puerta de los que cuatro acabaron en el fondo de la red, y a los que se sumaron cinco tiros que se marcharon lejos de los límites de la portería de Varas. En las bandas, sobre todo en la izquierda, surgían las jugadas y los rechaces daban al Sevilla segundas bolas que no desaprovecharon. Y es que en su intento de cubrir a los extremos rivales, la defensa del Celta liberó la frontal para que el Sevilla marcase a placer. Los celestes, si sacan toda la artillería en ataque, se hunden en las labores defensivas y dejan espacios para que los rivales se paseen.

La otra versión

Cuando la defensa prima

La antítesis del partido del Sevilla pudo ser el encuentro del Celta en el Calderón. Los vigueses no tiraron una sola vez entre los tres palos. Se centraron en tareas defensivas y fruto de ello se vio a un Atlético de Madrid que, a pesar de su artillería, tuvo menos de la mitad de remates que el Sevilla, un palo y seis disparos que no vieron portería. Eso sí, el resultado, aunque menos abultado, fue el mismo que en el Pizjuán. Derrota celeste.

La salida

Adiós al juego en corto

El Celta se había acostumbrado a sacar el balón jugado. Esa era una consigna irrenunciable que con la llegada de Abel Resino parece haber quedado en un segundo plano. En el encuentro ante el Granada Javi Varas era el encargado de buscar a sus compañeros lejos de su área. Ante el Sevilla su papel volvió a ser importante.

El medio campo

Un territorio emborronado

De un tiempo para aquí el Celta ha visto cómo su medio campo baja enteros. Álex López está siendo intermitente, y sobre el capitán Oubiña suele recaer el peso de la contención. Con la defensa haciendo aguas, su labor se multiplica. Y desde luego, no es sencilla.