«Si no hubiera otro nombre, Paco a lo mejor continuaba, ¿por qué no?»

Vigo / La Voz

GRADA DE RÍO

20 feb 2013 . Actualizado a las 11:57 h.

Carlos Mouriño dio ayer la cara. Lo hizo para presentar a Abel Resino, e intentando apaciguar los ánimos de un celtismo que de la noche a la mañana se encontró inmerso en una crisis que hasta entonces permanecía latente, y que estalló aderezada con polémicas. El mandatario, un día después de que Pedro Posada acompañase a Paco Herrera en su adiós, tomaba la palabra rodeado de consejeros para ejercer de Cicerone de Resino y para, con su discurso, enmendar la salida poco elegante que habían dispensado a Herrera.

Fueron para el exentrenador sus primeras palabras. «Quisiera hacer un gran reconocimiento del Celta a Paco Herrera. Paco Herrera, nuestro entrenador, nuestro amigo», encabezó su discurso, en el que usó términos de agradecimiento en lo personal y lo deportivo y al que dejó la puerta abierta. «Seguirá ligado al Celta siempre».

Mouriño, que hace dos meses le había ofrecido la renovación, en Primera o en Segunda, y que en las últimas semanas le había ratificado por activa y por pasiva, se excusaba ayer en que «Paco Herrera sería un magnífico entrenador en Segunda como lo fue en Primera», para a continuación señalar que veían que la permanencia pasaba por el cambio de técnico.

«Veíamos que no se daban los resultados y que aquel fútbol bonito que jugábamos al principio, pues lo habíamos dejado de jugar. Creo que la decisión va germinando, viendo muchísimas de las cosas que pueden ir pasando, no por un detalle». Y aunque el fondo era relevante, el presidente celeste también se vio obligado a defender las formas. Unas formas cuestionadas desde el celtismo.

Solo hechos consumados

«Nosotros tenemos una política que damos las noticias siempre cuando se producen, no antes de que se produzcan». Así justificaba Carlos Mouriño la comunicación de su destitución a Herrera a mediodía del lunes, cuando el nombre de Resino como sustituto llevaba horas circulando. El presidente del Celta se escuda en que no podían comunicarlo antes de que Abel firmase, y desgranó la película de los hechos. Horas después del partido en Getafe se reunió con Torrecilla para comenzar a valorar la situación, y el domingo por la mañana hubo una nueva reunión. «No estábamos pensando en destituirlo, pero solemos trabajar previniendo, buscamos nombres que nos pudieran servir. Si no hubiera ningún nombre, a Paco a lo mejor continuaba. ¿Por qué no?, si Paco tenía la confianza. Creemos que le faltaba nada más un poquito que buscábamos en otra persona», argumentó. Y prosiguió insistiendo en que las gestiones realizadas a lo largo del domingo eran tomas de contacto, no negociaciones en sí, y que el contrato se había firmado el lunes. Por eso no se comunicó a Herrera su destitución antes. Insistió en que jamás había sido intención del Celta ser «desconsiderado» con Paco porque «repito, es más que un entrenador, un amigo». El hombre que devolvió al Celta la comunión entre equipo y afición y lo llave a Primera.