Paco Herrera, adiós al técnico que recuperó la autoestima del Celta

La Voz

GRADA DE RÍO

Herrera recibió el respaldo público de Mouriño a principios de febrero
Herrera recibió el respaldo público de Mouriño a principios de febrero Oscar Vazquez

El técnico catalán consiguió con el Celta una temporada de récord en el año de la vuelta a Primera División

18 feb 2013 . Actualizado a las 22:53 h.

Paco Herrera deja el Celta después de dos temporadas y media en las que cambió al equipo vigués a nivel de resultados, autoestima e ilusión en una afición adormecida. Herrera relevó a Eusebio Sacristán y el Celta pasó de la zozobra y el fantasma de la Segunda B a luchar por el ascenso y finalmente lograrlo.

Por el camino, una apuesta por el fútbol alegre, la cimentación de una personalidad propia sobre el campo y la consolidación de canteranos como Álex López, Roberto Lago, Hugo Mallo y, sobre todo Iago Aspas. Herrera condujo al Celta al play off de ascenso en el 2011 y al regreso a Primera por la puerta grande en el 2012. La temporada de los récords del Celta: el equipo más goleador de la historia celeste (83), el que más puntos conseguía desde 1923 (85), con más victorias (26),  dos veces con  récord de triunfos consecutivos (7) y el que de la mano de Yoel rompía de imbatibilidad de algunos de los mitos de la portería céltica.

Por el camino, el Celta de Paco Herrera llenaba las gradas de Balaídos después de años de mucho cemento. El equipo celeste comenzaba bien la temporada en Primera pero los malos resultados y algunas decisiones desde el banquillo (sobre todo, los cambios de Herrera durante los partidos) fueron mermando la personalidad propia de un equipo de vértigo en ataque. Una victoria en los últimos 11 encuentros y su distanciamiento con parte de la plantilla (especialmente Iago Aspas y su tira y afloja público) fueron demasiado para Herrera a pesar de la declaración de fe ciega hecha por Carlos Mouriño, que quería renovarle ya fuera para seguir en Primera o volviendo a Segunda.

El Celta, con una llamada por teléfono a mediodía, se despide de la voz de Herrera, un rasgo personal del técnico catalán que le hacía reconocible tanto como el estilo que impregnó en el equipo vigués.