El capitán debutó en la máxima categoría con el Valencia, ante el que cumplirá cien partidos
06 feb 2013 . Actualizado a las 15:55 h.El 29 de octubre de 2003, un miércoles y con el Valencia como adversario, Borja Oubiña Meléndez (Vigo, 1982) vivía sus primeros minutos en Primera División. Rodeado de un Celta de figuras, el canterano saltaba al césped de Mestalla para jugar 18 minutos. Era su debut en la máxima categoría del fútbol español. Su entrada en la élite de la mano de Miguel Ángel Lotina.
Casi una década después, y con las maletas cargadas de vivencias, el futbolista se prepara para celebrar su partido número cien en Primera División, y el destino ha querido que sea de nuevo el Valencia el rival que marque otro hito en la carrera del vigués.
Cuando Borja Oubiña salte al terreno de juego el próximo sábado, entrará a formar parte de un club elitista. Hasta ahora solo 61 jugadores han defendido la camiseta del Celta el centenar de encuentros en la máxima categoría del fútbol español. Él lo hará llevando los galones de capitán que se ha ganado con el paso de los años, y en un momento en el que el equipo necesita apurar el paso para conseguir la permanencia en Primera.
Una década de vivencias
Los doce partidos que Borja Oubiña disputó en la temporada 2003/04 en Primera tuvieron el desagradable desenlace del descenso a Segunda. Con 22 años el futbolista daba un paso atrás con el equipo para recuperar una temporada más tarde, en la 2005/06 la máxima categoría con el cuadro celeste, y con un papel protagonista. Se reivindicó en la élite nacional, pero un nuevo descenso del Celta le hizo coger las maletas y marcharse a Inglaterra.
La que iba a ser su aventura inglesa, sin embargo, se convirtió en pesadilla el 22 de septiembre de 2007 al lesionarse la rodilla. Las ventana abierta a la selección española se cerraba, y por delante se presentaba una cuesta arriba que logró superar solo gracias a su tesón y a su fe inquebrantable.
En marzo de 2011 volvía a los campos de juego con su camiseta celeste, y desde entonces se ha dedicado a demostrar que su lucha no había sido en balde. Su esfuerzo se ha visto recompensado. De nuevo en Primera, Oubiña exhibe su fútbol.