El hombre que señaló al Celta, regresa a Balaídos

L. G. C. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Djukic radicalizó su discurso, con el ascenso en juego

04 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Agua pasada no mueve molino. Sin embargo, más de uno se acuerda estos días en Vigo de las tensas semanas que se vivieron allá por los meses de abril y mayo del año pasado cuando la disputa entre Celta y Valladolid abarcaba la dialéctica, y no solo los campos de fútbol. El técnico de los pucelanos, Miroslav Djukic, se convirtió en el centro de la tormenta con unas declaraciones casi incendiarias que siguen presentes en los oídos de los celtistas, aunque Toni asegura que no hay cuentas pendientes con el próximo rival.

Con el final de Liga 2011/2012 en el horizonte y los dos equipos enfrascados en una lucha sin cuartel por el ascenso, el técnico del Valladolid dejó caer una acusación velada respecto a que el Celta primaba a sus rivales. Esta afirmación llegó tras el 4-1 de los celestes al Xerez, el 4-0 al Alcoyano o las victorias por 3-0 sobre Guadalajara y Alcorcón. Los vigueses iban disparados, y Djukic hizo su lectura particular. «Estoy seguro de que el Celta ganará todos los partidos, ellos lo sabían antes, yo me acabo de enterar ahora. Es malo por la quiniela, porque sabes que va a ganar todos. Xerez no se juega nada, el Nástic tampoco y el Córdoba posiblemente vendrá con el segundo equipo porque luego tendrá el play off», manifestó en aquel momento.

Las declaraciones del ideólogo del ascenso pucelano incluso fueron un paso más allá al dejar caer que «Apuesto por tres victorias del Celta y nosotros iremos partido a partido, sudando, intentando ahorrar dinero al Celta y a tope, no tenemos otra posibilidad. Nosotros podíamos primar, pero no tenemos ni un duro», añadía.

Las declaraciones del preparador del Valladolid no encontraron sin embargo respuesta oficial en el Celta, que prefirió en aquel momento abstraerse de cuestiones extra deportivas y centrarse únicamente en la batalla por el ascenso que desarrollaba sobre el césped y que concluyó con Vigo celebrando el regreso a Primera.

Los antecedentes

El discurso del técnico serbio causaba revuelo a finales del mayo pasado, sobre todo por tratarse de una actitud poco habitual en él. No era, sin embargo, el primer encontronazo entre entre celestes y pucelanos. Un mes antes Djukic había asegurado que jugar la media hora que restaba del partido frente al Cartagena el 8 de mayo adulteraba la competición.

Luego llegaría el duelo dialéctico con Herrera. El entrenador del Celta, a un mes de que se resolviese la competición, comentaba que su equipo tenía que ganar todos los partidos y que el Valladolid, con la visita al Mini Estadi y al Alcorcón en el calendario, fallaría algún encuentro. Esas declaraciones del extremeño no cayeron bien en el ánimo del serbio, que replicó que «si yo pudiese adivinar el futuro no estaría aquí. Estaría meando colonia o metiendo el dedo en el ojo».

Sugirió que los vigueses primaban a los rivales el curso pasado, en una guerra psicológica