Andrés Túñez, el rey de la pista

Xosé Ramón Castro
X. R. CASTRO VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Andrés Túñez se adelanta a Falcao en el partido del viernes pasado en el Calderón.
Andrés Túñez se adelanta a Falcao en el partido del viernes pasado en el Calderón. JAVIER SORIANO < / span>AFP< / span>

El central ha disputado este año 45 partidos entre el Celta y su selección

26 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Andrés Túñez se convertido en un pluriempleado del fútbol. Durante el 2012 que toca a su fin el compostelano ha sido un hombre pegado a un campo de fútbol. Entre el Celta y la selección venezolana ha alcanzado los 4.010 minutos, una cifra casi inabordable, máxime para un central. Durante todo el año natural únicamente se perdió una contienda ligera por tarjetas, además en enero pasado, y la ida copera de Almería.

Túñez tardará en olvidar un año casi perfecto: Ascenso y debut en Primera, líder de minutos en juego en el Celta y pujando fuerte en la selección venezolana. Por encima, el club le ha ampliado el contrato hasta el 2016. «No es lo que me preocupa, lo que me preocupa es hacerlo lo mejor posible para ayudar al Celta a conseguir el objetivo. Yo mientras siga jugando voy a seguir aprendiendo, voy a seguir madurando como jugador, cada vez me encuentro mucho mejor y juego mejor y ojalá siga mejorando. Las individualidades para mí no existen, yo pienso más en el equipo para ayudarlo a conseguir el objetivo», comenta el central relativizando semejantes números.

Porque Túñez ha disputado 40 partidos de Liga de los 41 jugados por el Celta durante el año natural, además de uno de Copa del Rey y cuatro con la selección venezolana, tres de ellos completos y otro más en el que fue relevado en el minuto 60. En la competición regular tan solo faltó en la ya lejana cita de Córdoba. Después fue capaz de mantenerse durante mucho tiempo con cuatro tarjetas: «Tengo suerte con las amonestaciones, el curso pasado me quedó con cuatro, que son las que llevó ahora. No soy un central que haga muchas faltas ni que sea sucio, sino que intento siempre quitar el balón limpio y suelo tener pocas tarjetas».

Y pese a semejantes registros, no se considera titularísimo en el Celta: «Para nada, hay que seguir trabajando porque aquí nadie regala nada, el entrenador está confiando en mi y estoy agradecido, pero no me puedo dormir porque en cualquier momento pierdes el puesto y después cuesta mucho recuperarlo». De entrada comenzará el 2013 con la amenaza de la suspensión por tarjetas, pero también con todas las ganas de repetir un año inolvidable.