Un buen Celta cae con el Valencia en Mestalla

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado LA VOZ

GRADA DE RÍO

Kai Försterling

Practicó un gran juego pero volvió a pagar con puntos su endeblez defensiva

16 sep 2012 . Actualizado a las 16:49 h.

El Celta se vuelve de vacío tras caer en Mestalla por 2-1. Los de Herrera encajaron en los primeros instantes de cada tiempo con errores defensivos garrafales. Los vigueses practicaron un gran juego durante un buen tramo del partido pero volvió a pagar su fragilidad a la hora de defender balones laterales. Park debutó con la camiseta celeste.

Comentaba Roberto Lago en la previa que intentarían evitar un gol tempranero en busca de que aflorase la ansiedad en el rival. Nada más lejos. En el minuto 3 Feghouli aprovechó un error de interpretación del juego del mismo lateral celeste para batir a Varas. Pero el Celta demostró que es un equipo maduro, con personalidad, y sin dilación se fue a por el partido.

El cuadro de Herrera comenzó a trenzar jugadas y a inquietar el marco de Alves hasta que Cabral puso la igualada. El argentino es una amenaza cada vez que se incorpora al ataque. Siempre está en la zona de los goles.

Un espléndido Natxo Insa se multiplicó en el centro del campo para sostener al equipo, un equipo que llegó a encontrarse cómodo sobre el recién plantado césped de Mestalla. Pero tras la reanudación volvió a recibir un jarro de agua fría en forma de balón parado. El Celta continúa sufriendo lo indecible cada vez que tiene que defender una pelota lateral. Esta vez fue Cissokho, que remató a placer. Al senegalés no le hizo falta ni saltar.

Los vigueses perdieron algo de fuelle en la segunda mitad. Avanzaba el reloj y cada vez le costaba más incorporar a gente al ataque. Iago Aspas tuvo que montarse la guerra por su cuenta en varias ocasiones. Él contra cuatro. El zar de Moaña tuvo en sus botas, por dos veces, el empate, pero la pelota se fue rozando la madera. También Soldado pudo matar el partido.

Herrera movió el banco y dio entrada a Bermejo a De Lucas y a Park, que debutaba. El coreano entró con ganas pero apenas participó en el juego. Por entonces el partido ya tenía dueño. Al Valencia, que siempre acaba la Liga de tercero, comenzaban a no salirle las cuentas.