Oubiña volverá el sábado a Mestalla, campo en el que debutó en primera
11 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El cronómetro marcaba el minuto 77 y un 2-2 mandaba en el marcador. El resultado no satisfacía a un Valencia que miraba al liderato, ni al Celta, que se había adelantado en el choque, pero que en todo caso prefería atar un punto a regresar a casa con las manos vacías. Sumar en Mestalla siempre es complicado, debió pensar Miguel Ángel Lotina, que en medio de la vorágine comunicó un cambio. José Ignacio enfilaba cansado el banquillo para dejar paso a un joven de 21 años llamado Borja Oubiña que por fin cumplía su sueño de debutar en Primera División. Era el 29 de octubre de 2003. La fecha en la que la ilusión mediocentro vigués comenzó a transformarse en realidad. El próximo sábado, casi nueve años después, el futbolista saltará de nuevo a Mestalla con la camiseta celeste.
«Fue uno de los días más bonitos de mi vida», recuerda Oubiña con cariño. Acababa de subir al primer equipo, aunque desde hacía varias temporadas ya trabajaba con el buque insignia, pero sin conseguir la oportunidad deseada. Fue Lotina quién le dio los primeros minutos en la máxima categoría. «Llevaba mucho tiempo entrenando con el primer equipo, quizás tres o cuatro años, pero veía que iba convocado, pero la oportunidad no llegaba. En aquel momento el subidón de debutar sí que era grande. Más que ahora, por lo que me han», explica Oubiña. Los tiempos eran otros, y ganarse un puesto en el once era muy caro. «Antes era súpercomplicado debutar, y más en el Celta. Los tiempos del fútbol eran otros, y la política de los clubes también. Ahora, quizás también por los éxitos de la selección, lo primero que hacen los equipos es mirar hacia dentro, intentar aprovechar lo que hay en casa». Antes era justo al revés, recuerda Borja. «
En Mestalla el centrocampista hizo un digno trabajo, y en su campaña de debut se ganó el puesto en otros once partidos, nueve de ellos de principio a fin. El sábado, cuando salte al césped ché, llevará a cuestas 81 partidos en Primera División y los galones de capitán. La ilusión del canterano que por fin conseguía debutar en la categoría -con el primer equipo ya había jugado en Copa- ha dejado paso a la experiencia de un futbolista curtido con lágrimas y sonrisas y que confía en las posibilidades de este Celta que poco o nada tiene que ver con el de su debut.
Retrasar el despegue
La última visita del Celta a Mestalla se saldó con derrota celeste, un signo al que el equipo de Paco Herrera intentará dar la vuelta este curso. El capitán celeste sabe que no es fácil, pero también tiene muy claro que este Celta «es muy diferente». Sobre el rival, recuerda que siempre se encuentra entre los primeros de la tabla y que su inicio (2 puntos) le obligará a ir a por todas. «Es un equipo que va a estar arriba, pero intentaremos retrasar su arranque», comenta Oubiña, que se espera a un Valencia «reconocible desde hace tiempo, un equipo muy fuerte, físico y al que le gusta hacer mucho daño a la contra». Prevé exigencia máxima, pero confía en el Celta. «Nosotros intentaremos no cambiar en exceso, pero tenemos que adaptarnos al partido. Muchas veces el rival te empuja, te lleva a tu área, así que tenemos que intentar jugar hacia delante, juntarnos bien cuando no tengamos la pelota e intentar tener el control». Todo para sumar en el césped de Mestalla y que el capitán celeste reedite la sonrisa de su debut en Primera.
«Antes era muy complicado debutar en Primera. En aquel momento el subidón era grande»
«El Valencia va
a estar arriba, pero intentaremos retrasar su aranque»