La reina Letizia, sentada en el besamanos de Marivent por el neuroma de Morton

Martín Bastos

GENTE

Participó junto a la reina Sofía y el rey Felipe VI en la recepción a la sociedad civil mallorquina en el palacio de Marivent como cada verano

30 jul 2024 . Actualizado a las 12:02 h.

La reina Letizia ha participado sentada en el besamanos de la recepción que los reyes, junto a la reina Sofía, han ofrecido este lunes en el Palacio de Marivent de Palma, debido a los problemas físicos que sufre en los pies, por lo que al haber unos 600 invitados, ha optado por emplear una silla alta para saludarlos.

Letizia ha reproducido la imagen que protagonizó por primera vez el pasado 17 de abril en Ámsterdam durante la visita de Estado a los Países Bajos, cuando también se sentó en el besamanos de la cena de gala con los reyes neerlandeses.

A la lesión crónica que la reina padece en el pie izquierdo, conocida como neuroma de Morton, derivada de una metatarsalgia crónica que tiene desde hace años por el uso de tacones altos, se une la rotura de la falange de un dedo del pie derecho que sufrió a finales de abril, que le ha obligado a usar calzado plano.

Debido a la afección crónica y a que no ha terminado de recuperarse de la rotura del hueso, el dolor se le intensifica cuando está mucho rato de pie sin moverse.

Por ello, Letizia, de 51 años, se ha apoyado en una silla alta para recibir a los numerosos invitados flanqueada por Felipe VI y Sofía, quienes lo han hecho de pie.

El besamanos lo ha abierto la presidenta del Congreso, Francina Armengol, seguida del del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, y de la de Baleares, Marga Prohens. Entre los cargos institucionales, también han estado el presidente del Parlamento balear, Gabriel Le Senne, de Vox; el de los Consells insulares y el alcalde de Palma, Jaime Martínez.

Por parte de la sociedad civil, ha habido representantes de numerosos sectores, entre ellos, de organizaciones empresariales, sindicatos, confesiones religiosas, cultura, deporte, sanidad y gastronomía.

Como es habitual, los reyes han invitado a los ganadores de los Premios Ramón Llull y de Excelencia Universitaria concedidos este año.

Por tercer año consecutivo, la recepción a la sociedad balear se ha celebrado en los jardines del Palacio de Marivent como gesto de apertura a la ciudadanía de la residencia oficial de la familia real en Palma.

La recepción ha representado la primera imagen juntos de Felipe y  Letizia desde que se instalaron en Palma el pasado sábado tras volver de los Juegos Olímpicos de París. Como estaba previsto, la princesa Leonor y la infanta Sofía no han asistido a la recepción -no lo han hecho nunca-, al encontrarse en la capital francesa desde el sábado, cuando tomaron el relevo de sus padres.

La reina Letizia tiene intención de desplazarse a la capital parisina este miércoles y Felipe VI lo hará a partir del domingo, una vez que concluya la Copa del Rey de vela.

La presencia sucesiva de la familia real en la cita olímpica para apoyar a los deportistas españoles hace que por ahora no esté programada ninguna actividad en la que vayan a participar los reyes con sus hijas, quienes suelen protagonizar cada verano un posado ante los medios gráficos.

El acto en Marivent también ha sido el estreno en público en Palma este verano de la reina Sofía, habitual en la recepción a la sociedad civil. La madre de Felipe VI sufrió el pasado domingo, la pérdida de Miguel de Grecia y Dinamarca, su tío segundo, quien falleció a los 85 años, a cuyo funeral acudirá el próximo jueves.

Las chefs mallorquinas Marga Coll y Maca de Castro han sido las encargadas de preparar el cáterin de la recepción, con un surtido de aperitivos salados y dulces elaborados con productos típicos de Baleares, como carne, escabeche, berenjena, coca, pulpo, tumbet y queso.

La reina Letizia, que deslumbró en su aparición en Palma con un vestido plateado junto a Michael Douglas, escogió un vestido de corte midi, bautizada desde la marca Maksu como Jane, elaborado en tejido fluido ligero, de manga corta y con escote en pico. Actualmente está agotado, pero antes de las rebajas costaba 240 y pasó a 144 euros. Queda alguna talla en otro color. El look lo completó con unas sandalias planas trenzadas en dorado, de Sézane, a la venta por 155 euros.