«Si cocinase en casa, sería Superman»

Jesús Flores Lojo
JESÚS FLORES A CORUÑA

GENTE

Pinto & Chinto

01 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Su ajetreada vida hará escala esta semana en Galicia, donde participará como jurado en el concurso de cocineros del Mercado de Sabores Mahou que se celebrará del 3 al 6 en Vigo. Un nuevo proyecto de turismo gastronómico acaba de traerla en un avión procedente de Tokio, con el tiempo justo para atender sus obligaciones en el programa televisivo MasterChef y seguir de cerca sus negocios, entre los que figura una empresa de cátering que da empleo a 40 personas. «Si me queda un hueco libre, lo lleno», apunta con ironía Samantha Vallejo-Nágera (Pedraza, Segovia, 1969). Madre de cuatro hijos, uno de ellos con síndrome de Down, esta chica de buena familia que se ha ido quitando el sambenito de niña pija a base de esfuerzo asegura que la organización es la clave de su vida.

-Solo falta que me diga que es usted quién cocina en casa a diario...

-Ja, ja. Si hiciese eso sería Superman. Mi familia me necesita mucho y hago todo lo necesario para estar con ellos el mayor tiempo que puedo. Me levanto a las siete y media de la mañana, organizo el día antes de que desayunemos todos juntos, luego voy al gimnasio y después trabajo todo el día. Los fines de semana, cuando nos vamos a la casa de campo, es cuando desconecto de verdad y disfruto a tope de los míos, damos paseos, montamos a caballo... Yo no valgo para estar sentada en el sofá viendo la televisión.

-Un simple vistazo a su biografía confirma sus palabras. Aprendiz de cocina con Bocuse, en Lyon, «au pair» en casa del músico David Byrne (cantante de Talking Heads), joven empresaria con un cátering de paellas en Nueva York...

-Tengo grandes recuerdos, qué locuras hacíamos. En una ocasión metimos una paella para cuarenta personas en un avión... aquellos arroces estaban regulín, pero a la gente le encantaban. La verdad es que he tenido suerte, he trabajado en grandes casas, he aprendido de algunos de los mejores y de paso me ganaba algún dinerito... Bueno, en la de David Byrne no tuve tiempo para mucho, estuve un mes y no pasé la prueba. Entre otros cometidos, aparte de cuidar a su hija, tenía que enseñarle a él español; pero yo creo que su mujer no estaba muy de acuerdo, debía de estar algo celosilla...

-Ahora que ya es toda una «influencer» en la cocina española, que su consigna «¡Sabor!» es conocida por millones de personas, ¿qué le ronda por la cabeza? Seguro que ya tiene otros proyectos.

-¡En MasterChef me quedaré hasta que me echen de allí! Eso seguro. También estoy ahora muy implicada con este proyecto de turismo gastronómico para el que he viajado a Japón... ¿Sabes qué me gustaría hacer? Un programa de televisión sobre cocina para la gente que está en casa, con recetas para el día a día, en el que se hiciese mucho hincapié en la importancia de la alimentación sana. Me apasiona este mundo. Algo se está ya cociendo por ahí.

-Y siempre poniéndole sabor a todo lo que hace, aunque un concursante de «MasterChef» haya dicho de usted que es «un huevo sin sal»...

-Tiene que haber un poco de gracia. Yo también le dije que no iba a entrar en discusión con él, que se iba a arrepentir de sus palabras... Es televisión. Los concursantes tienen perfiles diferentes, para que den juego, pero lo que hacen en los fogones es fundamental a la hora de juzgar su trabajo. Yo siempre digo que un plato dice mucho de una persona. MasterChef es un programa fantástico.

-Esta semana visitará Galicia para ejercer de jurado en el concurso de tapas de autor del Mercado de Sabores de Vigo. Por allí pasarán toda clase de propuestas, pero ¿qué plato de nuestra gastronomía es su preferido?

-¡El pulpo! Soy adicta al pulpo á feira. En Madrid, al lado de mi casa, hay una pulpeira y siempre que puedo voy allí a ponerme las botas. Y si es con un pan gallego, mejor. Es increíble, lo mismo que la empanada. Siempre me acuerdo de una de mejillones que probé en Baiona. Una maravilla. La gastronomía gallega tiene un gran producto, como el marisco o las verduras, pero también ha mejorado muchísimo en la preparación. Y yo siempre digo que me gusta más comer que cocinar, así que estoy encantada de ir de jurado.