La supuesta doble vida del marido de Athina Onassis

La Voz REDACCIÓN

GENTE

Xoán Carlos Gil

Once años de matrimonio y un gran secreto que se ha descubierto cuando la pareja ya ha firmado el divorcio

11 nov 2017 . Actualizado a las 21:48 h.

Athina Onassis, de 32 años, y Doda Miranda, de 44, ya no están casados. Están divorciados desde el pasado mes de octubre y de «mutuo acuerdo», según avanza el diario alemán Bunte. Pero tras el divorcio ha llegado la polémica y el escándalo por la supuesta doble vida que el jinete mantuvo durante casi nueve años de los once y medio que duró su matrimonio con la rica heredera. Tras ser abandonada, la amante de Doda se lo desveló todo a un abogado griego y ahora él lo ha hecho público.

Una supuesta doble vida que acaba de quedar al descubierto.  Alexis Mantheakis, un respetado abogado griego y consejero del padre de Athina, Thierry Russel, asegura en medios griegos y en su propia página de Facebook que Doda Miranda mantuvo una relación durante ocho años y medio con una mujer que vive en Bélgica. Una supuesta relación en paralelo que habría durado, por lo tanto, casi tanto como su matrimonio y que habría empezado al mes de casarse, según dice el letrado. 

Alexis Mantheakis cuenta que esa mujer que vive en Bélgica contactó con él hace tres años para decirle que había mantenido esa larga relación con Doda Miranda. El abogado le pidió pruebas y el año pasado, cuenta, la mujer entregó un dosier con 120 páginas, documentos y certificados entre los que figuran tarjetas de embarque, entradas a torneos de hípica o facturas de hotel. El «dosier rojo», lo llama Mantheakis.

Alexis Mantheakis habría entregado todo este material a los abogados de Athina Onassis, convirtiéndose en una de las claves del divorcio de la pareja. 

Doda Miranda y Athina Onassis, heredera de una fortuna estimada en 2.700 millones de euros, habrían firmado un contrato prematrimonial antes de casarse en el que ella se comprometía a dar al jinete un millón de dólares por cada año de casados y la custodia de los caballos. 

Aunque el diario alemán Bunte habla de un divorcio de mutuo acuerdo algunas de las cuestiones de la disolución matrimonial de la pareja tuvieron que dirimirse en los tribunales de Río de Janeiro. 

La pareja no ha llegado a tener hijos en común.