La actual reina ha entregado a su homónima emérita el premio Joaquín Ruiz-Giménez de Unicef y ha reconocido: «Me lo has puesto muy difícil»
23 jun 2015 . Actualizado a las 16:52 h.La reina Letizia, presidenta de honor de Unicef, ha agradecido hoy a su «suegra» Sofía la labor «valiosísima, callada y utilísima» que durante 44 años ha llevado a cabo desde la misma presidencia de honor de esta organización, y como receptora de su legado, le ha reconocido: «Me lo has puesto muy difícil».
«Ahora eres tú quien continúas con el trabajo que tanto me ha ilusionado. Te deseo lo mejor en esta maravillosa labor», le había dicho antes la reina Sofía, entre aplausos, tras recoger de manos de doña Letizia el Premio Joaquín Ruiz-Giménez de Unicef, uno de los cuatro galardones anuales que concede esta entidad humanitaria.
El intercambio de parabienes ha tenido lugar en la entrega de premios de Unicef de España, celebrada en el salón de actos del CSIC, en presencia del ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, y la defensora del Pueblo, Soledad Becerril, así como del responsable de la entidad, Carmelo Angulo.
En una breve alocución, la Reina ha felicitado a su suegra «de forma muy especial» porque, ha remarcado, «nunca la palabra suegra ha sonado mejor».
Su reconocimiento le llega por dedicar «una vida entera a poner encima de la mesa» y llevar a la «agenda política» la lucha por el bienestar que «todos los niños merecen», y también por haber realizado ese esfuerzo con «dignidad y con solvencia, con inteligencia y con rigor», en palabras de doña Letizia.
Desde la primera fila del auditorio le escuchaba la reina Sofía, con la que ha intercambiado besos y gestos de cariño en varios momentos del acto, tanto cuando le ha entregado el premio como al coincidir cuando han subido y bajado del escenario.
La reina ha recordado que los galardones de hoy pretenden dar «visibilidad» a la labor de personas e instituciones que «trabajan cada día para mejorar la vida de muchos niños», algo que se puede hacer con formación, educación, divulgación y «denuncia».
También con el fomento y el cuidado de la salud, y «con algo tan inapelable y tan indiscutible como reducir el número de niñas que sufren la mutilación genital», ha enfatizado.
Porque junto a la reina Sofía hoy han sido distinguidos por Unicef la Fundación KMG-Etiopía, la Fundación La Caixa, los autores del cortometraje Aquel no era yo y la Fundación Scholas Ocurrentes, escogidas de entre 60 candidaturas presentadas.
Más largo ha sido el discurso de agradecimiento de doña Sofía: «Hoy soy yo quien después de tantos años recibo un premio tan especial de manos de la Reina. Muchas gracias por este gesto. Ahora eres tú quien continúas con el trabajo que tanto me ha ilusionado. Te deseo lo mejor en esta maravillosa labor».
También ha dado las gracias a «la gran familia» de Unicef con la que durante 44 años ha compartido una labor que, ha confesado, ha hecho «con orgullo y con el convencimiento de que se trata de una misión prioritaria» que le ha permitido estar cerca de niños desfavorecidos y necesitados «aportando mi granito de arena».
En todo caso, para doña Sofía ha sido una tarea «gratificante» y algo muy «enriquecedor» porque le ha permitido trabajar «por y para la infancia» compartiendo experiencias con muchas personas, ha recordado, «entregadas, fieles e inasequibles al desaliento».
Pero su más entusiasta agradecimiento ha ido dirigido a los niños que «nos empujan a trabajar para hacer un planeta más justo e igualitario, para que no pierdan oportunidades en los años más decisivos de su vida, porque ellos, y todos los que vivimos rodeados de niños, hijos o nietos, lo sabemos».