Piqué, el rey del festival del humor

Juan Fraga / J.F.

GENTE

Piqué con su hijo Milan
Piqué con su hijo Milan KAMIL KRZACZYNSKI

Últimamente le ha dado por las bombas fétidas... y su sentido del humor ya huele mal. Siempre ha querido ser el alma de la fiesta dentro y fuera del vestuario, aunque a veces ha metido la pata hasta el fondo. Pero Piqué sigue en el alambre que separa la mesura de la provocación: «ser guapo no es pecado», aseguró en su día.

17 ago 2014 . Actualizado a las 12:44 h.

El futbolista internacional Gerard Piqué no perdió la sonrisa tras el fracaso de la selección en Brasil. Tras su reincoroporación al Barça el marido de Shakira ha vuelto a hacer de las suyas. El jugador lleva media vida enrolado en el club catalán y allí ya saben lo que es aguantar las bromas pesadas del número tres azulgrana: coches pintarrajeados, objetos que desaparecen por sorpresa y otros chistes de peor gusto, como el de esas bombas fétidas que han enfadado a las azafatas de un avión y a sus propios compañeros de equipo. Parece que comienza una nueva temporada de... novatadas.

¿Qué es ese olor?

En el viaje de ida a Helsinki, la semana pasada, Piqué lanzó dentro del avión una bomba fétida. Un olor nauseabundo inundó la nave, lo que produjo el enfado de la tripulación del avión, que trató de mitigarlo a base de ambientadores. No contento con la primera bomba, al término del partido, el cual Barcelona ganó 6-0, con gol incluido de Piqué, este parece que quiso celebrarlo de la mejor forma. En la zona mixta, área donde los periodistas esperan a los jugadores para hacerles entrevistas, el futbolista soltó otra de sus bombas malolientes para saludar a los informadores que aguardaban para hacerle unas preguntas. Solo se rió él.

Su hijo Inocencio

A punto de ser padre por primera vez, el azulgrana se acordó que era el Día de los Inocentes. Y anunció por una red social: «Ya ha nacido nuestro hijo. Estamos muy felices. Gracias a todos por vuestros mensajes», escribió en su cuenta de Twitter, donde sus casi cinco millones de seguidores esperaban noticias de la llegada del primer hijo de la pareja. Once horas después, cuando medios de todo el mundo habían recogido la noticia y habían metido la pata hasta el fondo, Piqué escribió lo siguiente: «Ya tiene nombre, se llama Inocencio! ¡Feliz Día de los Inocentes a todos!». El diario británico Daily Mirror resumió el engaño sufrido en su columna dedicada a las noticias sobre famosos. «Hoy no estamos muy contentos con Gerard Piqué», lamentó el periódico. Faltaba más de un mes para que Milan (el nombre que habían elegido él y Shakira para su hijo) llegase al mundo y su padre ya bromeaba con él.

La moto en llamas

Piqué juega a veces con fuego acompañado de su amigo Messi. En una ocasión gastaron una broma a un miembro del cuerpo técnico cuando aun entrenaba al equipo Pep Guardiola. Ambos jugadores se pusieron de acuerdo para quemar la motocicleta del utillero del club, que descansaba en la Ciudad Deportiva, y, después de un día entero de desesperación le sorprendieron al día siguiente regalándole una nueva. Al parecer, el técnico azulgrana acudía siempre a los entrenamientos con una moto vieja que hacía mucho ruido. Piqué y Messi la tiraron a un contenedor y la quemaron, pero al día siguiente compensaron con creces la broma al regalarle otro vehículo. Algo que no impidió que ya el mítico utillero se llevase un buen susto viendo como su motocicleta estaba ardiendo. Una broma un tanto pesada pero con un final feliz para la víctima de Piqué y Messi, pero fue muy criticada por aquel entonces, en el 2011.

Betadine para los coches

Quien mejor conoce el carácter bromista de Piqué es su víctima favorita cuando formaba parte del club azulgrana: Bojan Krikic. Ya hace un par de temporadas, durante una emisión televisada grabada desde el túnel de vestuarios, se pudo ver por detrás de la imagen principal a Bojan -un futbolista que estuvo a punto esta temporada de fichar por el Deportivo- y Piqué corriendo medio desnudos y partiéndose de la risa. Esta vez, la broma comenzó en las duchas. El central salió corriendo tan rápido como pudo del entrenamiento, se duchó y, sin ser visto en el párking donde se encontraba el coche de Bojan, sacó un frasco de Betadine del bolsillo y roció la puerta del vehículo del delantero. Otra vez corriendo regresó al vestuario y explicó a sus compañero la travesura. Según algunas fuentes, Andrés Iniesta y Leo Messi no pudieron contener sus risas. Sin embargo, la broma le salió mal al defensa blaugrana, porque la víctima se vengó como es debido. Aunque Piqué hizo todo lo posible por evitarlo, Bojan echó todo el Betadine que pudo por un lateral del coche de su compañero, que quedó peor parado que el del joven atacante.

Un poco de escondite

Su broma favorita es esconder las pertenencias de sus compañeros e incluso una vez llegó a provocar que el arquero del Barça, Víctor Valdés, fuera multado por el club por llegar tarde a un entrenamiento debido a que no encontraba sus guantes. Piqué había cambiado de sitio las manoplas del guardameta azulgrana.