El día que Hollywood lloró el asesinato de Sharon Tate

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Se cumplen 45 años del brutal crimen contra la entonces mujer de Roman Polanski

07 ago 2014 . Actualizado a las 21:46 h.

Ya han pasado 45 años, pero el despiadado asesinato de Sharon Tate continúa poniendo los pelos de punta por la crueldad y frialdad con el que se cometió. La mujer de Roman Polanski, con el que llevaba un año casada, murió el 8 de agosto de 1969 a tan solo dos semanas de dar a luz y junto a cuatro de sus mejores amigos.

Criada entre Estados Unidos e Italia, a Sharon Tate le arrebataron la vida en su mejor momento personal y profesional. En Hollywood alababan su talento, y había encandilado a grandes celebridades de los años sesenta, no solo por su belleza, sino por su humor e ingenio.

«¿Sharon Tate? Por supuesto que la conozco, me sorprendió, es una chica muy inteligente. Una mujer que lee mucho, tenía pensado ir a visitarla a California» dijo el periodista y escritor Thruman Capote sobre la actriz que empezaba a despuntar tras su papel en «El ojo del Diablo».

Pero el papel que más alegrías le dio fue su interpretación de Sarah Shagal en «El baile de los vampiros», de 1967 y dirigida por Roman Polanski; que a pesar de rodar su primera película en color, ya había logrado una nominación al Oscar a la mejor película extranjera con «El cuchillo en el agua» en 1963. Sharon no solo consiguió fama con la película, sino que conoció al amor de su vida.

El romance entre ambos comenzó antes del rodaje, y a pesar de que Polanski no estaba muy impresionado con las dotes interpretativas de la joven, no pudo evitar enamorarse de ella y se casaron en Londres en 1968, ajenos a la tragedia que se avecinaba.

La noche que horrorizó a Hollywood

Tal día como hoy en 1969, Sharon Tate tenía 26 años, y descansaba de su embarazo de 8 meses en su mansión en el 10050 de Cielo Drive (Los Ángeles) y preparaba su papel en «El valle de las muñecas». Polanski por su parte estaba terminando el rodaje en Londres de «La semilla del Diablo», pero sus noches de fiesta en la capital inglesa, y los constantes aplazamientos de su regreso a los Estados Unidos habían enfadado a su esposa.

Sharon estaba harta de esperar la vuelta de su marido, y decidió ir a cenar con unos amigos. Un joven de 18 años, Steven Parent, el actor y escritor polaco de 32 años, Wojciech Frykowski y su novia, la heredera de la millonaria empresa de cafés «Folger Coffee», Abigail Folger, y por último el estilista y exnovio de Sharon, Jay Sebring, que mantenía su amistad con la actriz a pesar de que esta rompió su relación cuando conoció a Polanski durante el rodaje de «El baile de los vampiros». Tras cenar en uno de los restaurantes favoritos de Sharon en Los Ángeles, «El Coyote», el grupo de amigos regresó a la mansión de Cielo Drive sobre las 22:30.

Fue a la mañana siguiente cuando una de las empleadas de la mansión del matrimonio Polanski descubrió la horrendo crimen cometido y llamó a la policía, que descubrió los cuerpos sin vida de toda la comitiva que se había reunido para cenar tranquilamente.

A excepción del joven Parent, que murió tiroteado en un coche a la entrada del terreno de la mansión, el resto de personas murieron tras recibir numerosas heridas por arma blanca. Sharon tenía 16 puñaladas, cinco de las cuales eran letales. Cuando la policía informó a Polanski, este regresó inmediatamente a Estados Unidos.

Los autores del crimen fueron los miembros de la conocida como familia Manson, una secta liderada por Charles Manson que creía en la llegada de una guerra racial inminente. Los miembros de este grupo sentían además un profundo odio por el mundo del showbussines y cometieron una serie de asesinatos similares contra otros rostros conocidos de la industria cinematográfica y musical.

Su crimen más mediático fue el de Sharon Tates y sus amigos. Susan Atkins y Charles «Tex» Watson fueron dos de los cinco miembros de la familia Manson que más detalles revelaron del crimen. Su falta de humanidad y de remordimientos es lo que más atemorizó a la sociedad cuando tuvieron lugar los hechos. Atkins fue la responsable de la brutal muerte de Sharon, y durante el juicio relató con total tranquilidad como asesinó a la actriz: «Para mi no era una persona, era como un maniquí, solamente pedía, y suplicaba, y pedía, y suplicaba, hasta que me harté y la apuñalé».

Todos los implicados fueron inicialmente condenados a muerte, incluido Charles Manson que a pesar de no participar directamente fue el autor intelectual del crimen; pero antes de hacerse efectiva la pena, las leyes judiciales de California prohibieron dicha condena, lo que cambió el castigo de los sádicos criminales por la cadena perpetua.

Atkins murió en el 2009 y Charles Manson continúa encerrado, aunque recientemente ha iniciado procesos legales para lograr su excarcelación.

Un recuerdo y un legado imborrable

El crimen conmocionó de tal forma a la sociedad americana, que muchos actores comenzaron a abandonar Hollywood o a comprarse armas ante el temor de que este tipo de crímenes se repitiesen.

Sharon fue enterrado junto a su hijo el 13 de agosto de 1969, y su hermana pequeña Debra tate, que tenía 16 años el día del crimen, ha publicado el pasado mes de julio un libro titulado «Recollection» que reúne anécdotas, testimonios de actores y artistas e imágenes inéditas sobre la vida de la prometedora actriz.

En uno de los textos recogidos en el libro, Roman Polanski explica todo lo que significó Sharon Tate en su vida: «Lo que me enamoró de ella era su inmutable buena naturaleza, su amor por el resto de personas y los animales. (...) mantenía el equilibrio perfecto entre afecto y cuidados y tenía un increíble sentido del humor. Soy un desastre para hacer mi equipaje, y ella siempre me lo organizaba perfectamente, sabía exactamente que iba a necesitar en cada viaje. Todavía hoy, no hay momento en el que al hacer la maleta no me acuerde de ella».