Froilán y Victoria Federica acompañan a su padre en el funeral de su abuela

Efe

GENTE

Wifredo García

La infanta Elena no ha asistido al sepelio

15 mar 2014 . Actualizado a las 19:37 h.

La condesa viuda de Ripalda, María de la Concepción Sáenz de Tejada y Fernández de Bobadilla, descansa ya en el panteón de la familia en el templo románico de Santo Domingo en Soria, donde esta mañana han sido depositadas sus cenizas al término de una emotiva ceremonia. Medio millar de personas ha abarrotado la iglesia, situada en el casco viejo de Soria, a un centenar de metros de la casa solariega de los Marichalar, el palacio de los San Clemente, desde donde se han desplazado a pie los seis hijos de la finada y sus respectivas familias.

Entre los nietos que han despedido a su abuela han figurado Felipe Juan Froilán y Federica Victoria, los dos hijos de Jaime de Marichalar y de la infanta Elena de Borbón, que no ha asistido al funeral. La infanta y su madre, la reina Sofía, visitaron el pasado martes a María de la Concepción Sáenz de Tejada en el hospital La Paz, y ambas apoyaron con su presencia a la familia poco después de producirse el fallecimiento.

El sacerdote Ignacio López, amigo de la familia Marichalar, ha oficiado un funeral en el que la madre Ignacia María, abadesa de las monjas clarisas que desde 1853 habitan y cuidan el convento de Santo Domingo, ha glosado la figura de «Doña Concha», la condesa viuda de Ripalda.

Desde su clausura, de espaldas a la iglesia con la que comunica el convento a través de una ventana en la nave superior, las monjas han entonado diversos cánticos durante la misa, al término de la cual las cenizas de la finada han sido depositadas en el panteón familiar, al final de la nave central, junto a la cabecera del templo.

El alcalde de Soria, Carlos Martínez, ha asistido a las exequias después de saludar a los familiares en la puerta de la iglesia.

La condesa, de 85 años, falleció en Madrid la noche del pasado jueves después de permanecer cuatro días ingresada en el hospital La Paz, como consecuencia de un ictus que le sobrevino en su residencia de la capital de España.

Ahora descansa junto a su esposo, Álvaro de Marichalar y Bruguera, fallecido en 1978 y con quien tuvo seis hijos, entre ellos Jaime de Marichalar, exmarido de la infanta Elena de Borbón con quien casó en la catedral de Sevilla en 1995.

La condesa, natural de Logroño, alternaba su residencia entre Madrid y Soria, ciudad esta donde vivía en el palacio de los San Clemente, casa solariega originaria del siglo XII.

Hija de Ignacio Sáenz de Tejada Gil y de Matilde Fernández de Bobadilla y Echarri, había nacido el 29 de enero de 1929 en Logroño. En 1957 casó con Amalio de Marichalar y Bruguera, militar de carrera e hijo del conde de Eza que fue ministro con Alfonso XIII y alcalde de Madrid.

El matrimonio tuvo seis hijos y el primogénito, Amalio de Marichalar y Sáenz de Tejada, es el noveno Conde de Ripalda desde que en 1724 Felipe V concedió esta distinción nobiliaria a Esteban Joaquín de Ripalda y Marichalar.