Zarzuela reconoce «altibajos» en el matrimonio del príncipe Felipe y Letizia Ortiz

La Voz REDACCIÓN

GENTE

«El Mundo» publica que, oficialmente, se trata de las diferencias «normales» al llegar a los diez años de casados

30 ene 2014 . Actualizado a las 21:00 h.

El príncipe Felipe cumple este jueves 46 años. Y lo hace, según una encuesta de El Mundo, gozando de su cuota más alta de popularidad. Nunca «el pueblo» lo había querido tanto. El cariño profesado a su padre desde la Transición ha mudado de piel. El 70 % de los españoles ven con buenos ojos al heredero de la Corona, un actor secundario (de momento) que, en los últimos años, por su labor diplomática y sobre todo por su mediático matrimonio con Letizia Ortiz, ha ido atrayendo más que menos miradas hasta colocarse en el primer plano, solo superado por el escándalo que actualmente envuelve a su hermana la infanta Cristina y su cuñado Iñaki Urdangarín.

El príncipe y Letizia acaparan titulares día sí, día también. Sus apariciones públicas por separado, cada vez más frecuentes, y algunas actitudes de la princesa -algunos colaboradores televisivos llegaron a insinuar que Letizia utiliza pelucas para pasar desapercibida- han desatado una ola de rumores que especula con una supuesta crisis en el matrimonio. Cuando las conjeturas suelen empezar a tomar forma, los príncipes de Asturias se presentan ante las cámaras con su mejor sonrisa, regalándose gestos de cariño y miradas cómplices, y los espejismos de una posible separación quedan de raíz completamente despejados. Pero ahora la Zarzuela ha hablado. Según publica El Mundo, oficialmente en la relación de la pareja hay «altibajos», los «normales» al llegar a los diez años de casados, matizan.

En noviembre del 2003, el príncipe Felipe anunció su compromiso con Letizia Ortiz, una atrevida decisión que dividió a los españoles entre los que contemplaron recelosos la llegada de una periodista a la casa real y los que aplaudieron el desafío del heredero y su apuesta por el camino menos convencional. Diez años después, Letizia no acaba de hacerse con el cariño de la gente. En sus antípodas, su marido se acomoda poco a poco como el miembro más querido de la monarquía española. Actualmente, le saca 24 puntos de popularidad a su padre, que empezó a caer en picado tras su desafortunado episodio en Botsuana.

Su, al parecer, «inestable» relación con su esposa es su gran piedra en el zapato. Este verano se desataron todas las alarmas, que llevaban latentes ya algunos años. Tras el periodo estival, Letizia Ortiz y Felipe de Borbón iniciaron una nueva etapa en su relación marcada por un mayor nivel de independencia. Varias salidas de la princesa con sus amigas -concierto incluido- desencadenaron los primeros rumores, acrecentados cuando Felipe empezó a hacer lo mismo. Se le vio tomando una cerveza con amigos y acudió sin pareja a la fiesta de cumpleaños de su primo, Beltrán Gómez-Acebo. Pero las especulaciones regresaron con más fuerza cuando la princesa decidió irse de Palma tres días antes de que lo hiciese su marido, acompañado de sus hijas. Letizia también había diferido su llegada, de manera que al final permaneció en Mallorca cinco días, la mitad de los que estuvo el príncipe. Por su precipitada marcha de la isla no tomó parte, por ejemplo, en el almuerzo que la familia real ofreció al presidente Mariano Rajoy.

La actitud de Letizia Ortiz en varios actos públicos también ha alimentado los corrillos en los últimos tiempos. Cuando en octubre no bebió de su copa se desataron todo tipo de especulaciones, desde un posible embarazo hasta una alergia de la princesa. Pero además, en diciembre, una comprometida imagen junto a la reina Sofía daba a entender que la madre del príncipe estaba «regañando» a su nuera. Antes, durante la ceremonia de presentación de la candidatura de Madrid para los Juegos Olímpicos en Buenos Aires, Letizia Ortiz mandó callar a varias personas que estaban hablando unas filas más atrás. Además en los últimos meses los príncipes se han enfrentado a numerosos abucheos a su llegada a distintos actos oficiales y en la última edición de Fitur, las cámaras captaron cómo Letizia ya no lleva su alianza de casada.