Alberto II de Bélgica no reconoce la paternidad de su supuesta hija ilegítima

EFE

GENTE

Delphine Boël lleva varios años intentando demostrar que su padre es el monarca belga

03 sep 2013 . Actualizado a las 22:45 h.

El rey Alberto II de Bélgica no reconoce la paternidad de su supuesta hija ilegítima, Delphine Boël, según dijo hoy el abogado que le representa en el procedimiento abierto por ésta para tratar de probar la relación.

«No reconoce los hechos y rechaza ser considerado como el padre de Delphine», dijo a la televisión pública VRT el letrado Guy Hiernaux, en el que es su primer mensaje público sobre el caso.

Según Hiernaux, Alberto II ha reaccionado con «serenidad» al procedimiento impulsado por Boël, que el pasado junio pidió ante un tribunal de Bruselas someter a pruebas de ADN al monarca y al entonces príncipe heredero con el fin de demostrar su parentesco.

Boël anuló hoy ante la corte ese proceso, pero anunció que presentará uno similar ante el mismo tribunal el próximo lunes, teniendo en cuenta el cambio de estatus de Alberto II, que abdicó el pasado el pasado 21 de julio en favor de su hijo Felipe.

La supuesta hija ilegítima de Alberto pedirá de nuevo que se cite al monarca, pero en este caso dejará fuera de la demanda a sus hijos Felipe y Astrid, a los que había incluido en su primer intento.

El nuevo proceso se abre en plena tormenta por las revelaciones dadas a conocer por la madre de Boël y antigua amante del rey, la baronesa Sybille de Selys de Longchamps, quien ha roto su silencio en favor de su hija y ha difundido fotografías de una joven Delphine junto a Alberto II.

Esa nueva información, sin embargo, no cambia las cosas a juicio del abogado del monarca.

«Cuando leo las declaraciones de la señora Selys de Longchamps, no veo ninguna prueba de que Delphine Boël sea hija de Alberto», señaló Hiernaux a la VRT, subrayando que las fotografías tampoco demuestran nada.

La existencia de Böel -nacida en 1968 y supuestamente fruto de una relación del rey con la baronesa Selys de Longchamps- salió a la luz en 1999 como consecuencia de la publicación de una biografía no autorizada de la reina Paola.

Alberto II nunca ha admitido oficialmente que la mujer sea su hija, pero reconoció durante un discurso de Navidad la crisis que sufrió en esa época su matrimonio con la reina Paola.

En sus últimas declaraciones Selys de Longchamps ha detallado la relación que mantuvo durante años con el rey y ha asegurado que Alberto y Paola estuvieron en dos ocasiones al borde del divorcio, en 1969 y 1976.