La prensa británica echaba humo por la joya que lucía, de las favoritas de Lady Di
15 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Quienes conocen a la duquesa de Cornualles destacan su sentido del humor, su espontaneidad y su simpatía. Seguramente todo eso entró ayer en juego, mientras veía una de las carreras del festival hípico de Cheltenham. Camila vibró -y lo demostró sin problema- mientras veía cómo Sam Waley-Cohen, uno de los jinetes participantes en la carrera e hijo del responsable del hipódromo, se tenía que conformar con un digno quinto puesto a lomos de Alfie Spinner.
Pero no fue la única anécdota de la jornada. Los periódicos británicos más sensacionalistas echaban humo en la tarde de ayer por lo que podría parecer un detalle menor, el broche que lucía la mujer del príncipe de Gales. Se trata de una joya con la insignia del heredero a la corona británica -tres plumas- dentro de un círculo engastado en diamantes y de la que cuelga una espectacular esmeralda talla cabuchón. El broche, que también se puede usar de colgante, era de una de las piezas favoritas de la primera mujer de Carlos de Inglaterra, ya que además del significado de la alhaja la había recibido de la reina madre cuando se casó, en 1981.
La joya fue un regalo en 1863 a la princesa Alejandra de Dinamarca con motivo de su boda con el entonces príncipe de Gales, Bertie -después Eduardo VII-, por parte de las damas de Bristol. El broche lo heredó la nuera de la princesa danesa, la reina Mary, y esta se lo pasó a su nuera, la reina madre, que finalmente se lo regaló a Lady Di.