La fantasía medieval «Juego de Tronos» asalta la televisión

EFE

GENTE

Canal+ estrenará en mayo en España esta ambiciosa producción de la HBO basada en la obra del estadounidense George R.R. Martin.

01 abr 2011 . Actualizado a las 16:30 h.

La serie de fantasía medieval Juego de tronos desembarca este mes en la televisión española dispuesta a seducir a los espectadores con una compleja trama de conspiraciones políticas sazonada con una buena dosis de sexo explícito y cruda violencia.

Los diez episodios de la primera temporada de esta nueva apuesta de la factoría HBO, que aspira a alcanzar el éxito de otras ficciones de la marca como True blood, Los Soprano y The Wire, se han presentado en Londres y se estrenarán el 17 de abril en Estados Unidos y el 9 de mayo en España (Canal+).

La serie está basada en la saga literaria del estadounidense George R. R. Martin Canción de hielo y fuego, una ficción con reminiscencias de la Europa de la Edad Media que ya ha demostrado su capacidad para arrastrar seguidores en el mercado anglosajón.

El argumento de Juego de tronos avanza movido por la lucha de diversas casas reales por hacerse con el poder de los Siete Reinos, un vasto continente en el que la sucesión de las estaciones del año es aleatoria y en el que los inviernos, especialmente rigurosos, pueden durar años.

La estética de la serie puede recordar a otras producciones del género fantástico como El señor de los anillos, aunque el argumento escrito por Martin está más centrado en la trama de maquinaciones políticas para llegar al trono que en la recreación de épicas batallas medievales.

El ansia de poder de los personajes se refleja en cruentas escenas de relaciones incestuosas, ejecuciones e intentos de asesinato.

El actor Sean Bean, que interpretó al guerrero Boromir en El señor de los anillos y que ahora se pone en la piel de Lord Eddard Stark, afirmó que la serie versa sobre «la crueldad humana y las conspiraciones políticas».«La serie no ensalza la violencia, sino que esta es parte de la historia», explicó Bean, que reconoció que no fue consciente de la truculencia de Juego de tronos hasta que pudo ver el resultado en pantalla. «Mientras rodábamos, no nos dábamos cuenta de toda esa sangre. Ves como uno le clava a otro una estaca en el ojo, pero también como se toman un café antes de la escena, así que realmente no te das cuenta», señaló Bean.

La actriz Emilia Clarke, por su parte, es Daenerys Targaryen, una frágil princesa de 16 años obligada a casarse con el poderoso caudillo Drogo, interpretado por el que será el próximo Conan el Bárbaro -Jason Momoa-, en la secuela de la mítica película protagonizada en los años 1980 por Arnold Schwarzenegger que se estrenará el próximo verano.

Para Clarke, las escenas de sexo explícito añaden «realismo» a una serie que refleja la «dureza» y «complejidad» de los libros de Martin.

El escritor estadounidense, autor de diversos guiones para cine y televisión, afirmó que comenzó a redactar su saga literaria «cansado de las constricciones de Hollywood».

«Es una historia sobre la lealtad, la lujuria, la obsesión sexual, el deseo y el desafío», señaló Martin, que trató de reflejar en sus novelas el carácter complejo de unos personajes fraguados desde que comenzó a escribir la serie, en 1991. «Hasta los villanos más oscuros son capaces de actos humanos y compasivos, y hasta los mayores héroes tienen momentos de debilidad», apuntó el escritor.

La primera temporada de la serie, rodada a caballo entre Malta e Irlanda del Norte, cubre la primera entrega de los cuatro libros publicados de la saga Canción de hielo y fuego, que tendrá continuidad en julio con el lanzamiento de la versión inglesa de Danza de dragones.